Por El Estado como tal ()
La Habana.- La estadística oficial sobre inversiones en el primer semestre de 2023 confirma la persistencia de una deformada estructura de la inversión en Cuba. Predominan actividades principalmente articuladas alrededor del turismo, a pesar de las notables dificultades para atraer turistas.
El primer semestre de 2023 confirma una tendencia iniciada en 2022: incremento del peso de la inversión en “hoteles y restaurantes” y una disminución en “servicios empresariales e inmobiliaria”. La suma de ambas se redujo en 2023, pero concentra un 30,6 por ciento de la inversión nacional.
En medio de una situación de inseguridad alimentaria que se agrava, es preocupante que la inversión agropecuaria se mantenga estancada a un nivel muy bajo, apenas un 2,6 por ciento de la inversión nacional total, en un sector que es también el principal empleador del país.
Los datos pudieran sugerir que la reducción del por ciento de la inversión asociada al turismo desde 2021 “mejora” el patrón de inversión. Sin embargo, en el primer semestre de 2023 aumentó su brecha respecto a la inversión agropecuaria (17,7 veces mayor comparada con 7,7 veces en 2020).
En los primeros seis meses de 2023 se invirtió en “Administración pública, defensa, seguridad social” más que en el sector agropecuario y casi ocho veces más que en “ciencia e investigación tecnológica”.
Llama la atención que la inversión en “ciencia e investigación tecnológica” representó solamente un 0,5 por ciento del total. Con ese nivel no es creíble la narrativa oficial sobre un alegado “sistema de gestión del Gobierno basado en ciencia e innovación (SGGCI)” en Cuba.