Por Arturo Mesa (Facebook)
La Habana.-Un tipo en Estados Unidos le pide permiso a Biden para ir en contra de todas las políticas trazadas por ellos mismos y exportar productos de la industria pesada a Cuba, y Biden –comunista de nacimiento— le dice “métele”. Señores, vienen guaguas, camiones, tractores y más.
¡Un tipo! La verdad es que no sé si estar molesto o admirarlo hasta el infinito. Un tipo se sienta en una oficina, habla con la secretaria y traza una estrategia para ganar un chorro de dinero a pesar de todas las medidas habidas y por haber de impedir que llegue el dinero a la isla y entre ambos son capaces de convencer al Congreso de los Estados Unidos. Y kataplum, se acabó el bloqueo.
Un gobierno, sin embargo, en su integridad, no puede producir arroz -y lo producía-, carne de cerdo o pollo -y lo producía-, o unas cuantas toneladas de azúcar para alimentar a su misteriosamente decreciente población. Un gobierno no tiene una estrategia. Ah, y la culpa es del bloqueo y las mipymes que ponen precios exorbitantes y ahora tienen mucho efectivo. El mundo entero se mueve a base de empresa privada, pero en Cuba no, en Cuba son las causantes de la inflación y la falta de divisa. ¡Al parecer se pasan las noches durmiendo en Cadeca para ver si logran comprar unos cuantos USD.
No, chico, este cuento lo que está es mal contado.
Veinte empresas poniendo comida en Cuba para distribuir desde afuera. Miles y miles de productos (que no hay) en almacenes de Berroa, Mariel, y otros y “en tres días hábiles su familiar lo recibe”. Sencillo, los incapaces llegaron a la conclusión de que producir era menos productivo que poner un almacén por aquí y uno por allá, cobrar sentadito y sin sudar y no hay que importar ni para el turismo.
El gobierno se quitó de encima la responsabilidad de proveer comida. Perdón, el gobierno SOCIALISTA se quitó de encima la responsabilidad de proveer comida y decidió vivir de las remesas para las mesas de los remesados. Sé que me llaman reformista o lo que sea, pero para que una sociedad distinta funcione, el Estado no puede jamás desentenderse de lo básico, provea quien lo provea. Ya lo dijo Gil: No todas las medidas serán populares, bla, bla, blá; así que justificada la injusticia y que coma parte de La Habana y el resto que siembre si les cuadra. Esa sola frase habla de cuán poco respetan el concepto de una sociedad distinta. Aquí socialista, hoy, no es ni el gato. El sueño murió y lo enterramos, lo que tenemos hoy es la política del tira piedra –va y da-. Cientos de miles de dólares en hotelería, apenas cuatro pesos en la pesca, cientos de miles en servicios turísticos, 93 medidas en la agricultura que acabaron con ella. Pero son socialistas y ansiamos toda la justicia posible.
La mipyme pone productos porque quiere ganar y naturalmente tiende a subir precios porque quiere aumentar volúmenes de ventas y variedad. Nada de malo en ello, si lo sabes usar; así funciona el mundo mundial. Pero si el Estado pone de su bolsillo los mismos productos a diez centavos menos, otro gallo canta. Ahora lo tienen que bajar. ¿A quién le va a costar más? ¿Quién está en mejores condiciones de mantener el precio bajo? ¿A quién le debe interesar alimentar al pueblo? Lo que es mejor acusar que meterse en la balacera esa ahora mismo, si al final la mayoría del pueblo, entretenido en colas, le está echando la culpa a la mipyme, así que nosotros –que aún no hemos creado un mercado mayorista ni lo haremos-, no somos culpables de nadita.
El hambre, es un arma muy potente. Yo hago cola y no puedo pensar o me botan del trabajo -como me pasó- y puede que llegue a tener más hambre, así que mejor ni pienso. Y esa es el arma que los señores socialistas de hoy están usando. ¿Mentira? ¿Patraña? ¿Por qué aumenta la importación de pollo de Estados Unidos y no hay? ¿Por qué tres días después -sábado y domingo por el medio- llegan al familiar pedidos de huevo, yogurt, cerdo, queso y pescado? O estaba vivo el pescado y nadó hasta Caimanera o ya estaba almacenado ¿Por qué los hoteles siguen teniendo leche y los niños no?
La preocupación es la comida (caímos en la trampa) y ellos no la van a proveer (ni van a lanzar una campaña de producción porque se les ensucian las uñitas), sino jamás hubieran abierto cientos de almacenes para recibir de Katapulk, Supermarket y todo el que quiera poner el billete en el Mariel. De vez en cuando les compro algo yo, digamos par de productos Vima y me limpio el pecho, “Chuncha, sacaron perritos en la Caracol, dale que te marqué”. Y mientras podamos, la culpa es del bloqueo, las pymes, y Biden que ahora es peor que Trump. Ah perdón, y la guerra en Ucrania. Lo cierto es que el hambre, ahora mismo, es el segundo instrumento más fuerte en las manos del gobierno, luego de la manipulación mediática, claro está. Si estoy en un error, mañana sacan chicharro en la pescadería de Toyo. ¡¿A qué no!?
Yo, reformista como dicen o convencido de cierta sociedad, mi única preocupación en tiempos de crisis es producir en Tierra y distribuir los cuatro boniatos entre los míos, lo demás es telenovela brasileña. La nueva estrategia de la desbancaesomismo, es sacar dinero circulante para que no haya más poder adquisitivo en cierto grupo -que en fecha tan lejana como el 2011 ellos mismos aprobaron- y volver a controlar a la población con las dos herramientas antes descritas: el hambre y la manipulación mediática.