Por Oscar Durán
La Habana.- Me dan ganas de llegar al cementerio Santa Ifigenia, sobornar con dos cartones de huevos a los guardias que cuidan las cenizas de Fidel Castro y conversar 30 minutos con el Comandante. Más que conversar, solo quiero decirles varias cositas.
Llevas siete años muerto y Cuba está peor. Cuando vienes a ver, Carlos Lage y Felipe Pérez Roque hubieran enderezado el país, pero tu hermano es tan cabezón como tú y metió en el poder a un tipo al que todo el mundo le dice Singa´o y tiene a tu isla al borde de un apocalipsis.
Tú eres el culpable intelectual de todo esto. El cubano no sabe qué inventar para poder, al menos, tener una comida al día. La violencia aumentó de manera brutal, los robos están a la orden del día. Volvieron los apagones, incluso, más largos que los del Período Especial. ¿Te acuerdas del Período Especial, Fidel? Ahí estábamos bien y no lo sabíamos.
¿Por qué llevaste a la nación a esta miseria? Todos se van en masa, no quieren saber de comunismo. Ni aspirina tenemos para aliviar los dolores de cabeza que ustedes nos dan. Damos lástima, Fidel. Como faro y guía solo te quedan Gerardo Hernández y Yusuam Palacios. El primero está repartiendo regaderas para sembrar lechuga y tomate en los patios. Del segundo sabemos muy poco, de vez en cuando lo vemos caminando hablando solo por Prado y Malecón.
Esto está duro, muy duro. Y tú eres el máximo culpable. No se avizora un cambio a corto plazo, todo lo contrario. Nos mandaron a hacer estanques de clarias en las casas porque hay escasez de peces en nuestros mares. Un huevo anda por 130 pesos y la caja de pollo alcanzó las 10 mil tablas. Ah, pero el Ministro de Economía nos hace un llamado a realizar encadenamientos productivos. Ay, Fidel, mira hasta donde nos llevaste. Ven, resucita en un trabajador de comunales y sufre con nosotros. Este legado miserable lleva tu nombre.
Y ya, me despido de ti, como en los viejos tiempos: Gracias por todo, Fidel.
