Por Jorge Sotero
La Habana.- Puede que mi amigo Oscar Durán no coincida conmigo, pero estoy convencido de que el precio del dólar en Cuba está disparado y ninguna medida que tome el gobierno hará que baje, sobre todo porque la economía cubana es un desastre, y si no tienes producción, no puedes contener el alza desmedida de la moneda del vecino poderoso.
Admito que soy neófito en términos macroeconómicos, pero conozco, y muy bien, lo que es administrar los caudales de una casa y una familia, y sé del trabajo que se pasa para estirar lo que tienes en el bolsillo y resolver todos los problemas de un cubano, desde las medicinas del viejo hasta los zapatos de la escuela del más chiquito. Y en esa tesitura las cuentas las saco siempre en dólares y me pregunto hasta cuánto puedo llegar en el precio de algo.
La moneda estadounidense estuvo un tiempo detenida, como en un letargo pasajero, pero ya comenzó su ascenso, más rápido que el de Remedios La Bella, y creo que ya nadie lo detendrá, sobre todo si, finalmente, Estados Unidos abre su frontera sur para recibir a inmigrantes.
Conseguir dólares con los cuales sacar pasajes o pagarle a los coyotes será una tarea casi imposible, sobre todo porque el cubano dejó de creer en la moneda del país y si quiere ahorrarse cuatro pesos, lo hará en una solvente y no en la suya, por la incertidumbre que genera el gobierno con sus políticas desacertadas.
En unos meses, el dólar estadounidense estará más alto que el average de Luis Arráez, el venezolano que lidera a los bateadores de las Grandes Ligas. Eso quiere decir que lo veo por encima de los 400 pesos. Y cuidado.