Por Jorge Menéndez
La Habana.- Apenas hace unas horas que el gobierno de Estados Unidos ha dicho que procesará las solicitudes de asilo en la frontera con México, y la aerolínea venezolana Conviasa se tiñe de oro. Las colas para comprar los billetes para ir a Nicaragua vuelven a ser gigantescas y el precio de los boletos sube a por las nubes ante la nueva demanda.
Mientras esto sucede, el jefe de la oficina del Minrex de Cuba dice que esto es un proceso normal de emigración económica. Argumenta que sería bueno comparar con las emigraciones de países de Centro y Sudamérica.
Pero este señor no dice que los migrantes de estos países no abandonan su mundo por ser presos políticos o chantajeados por el gobierno, como en Cuba, donde muchos son amenazados con cárcel.
Tampoco dice que un emigrante por razones económicas no se arriesga a morir en la boca de los tiburones y mucho menos que los centroamericanos no huyen del socialismo.
Mucho menos menciona la estampida de equipos casi completos de deportistas, médicos y profesionales, que saben que en cualquier otro país obtendrán triunfos que les niega su patria.
El gobierno cubano tiene muy bien detallado su programa de emigración-chantaje emocional, que les proporciona las divisas para mantenerse en el poder.
Su otra pata son el turismo y sus negocios con extranjeros, lo cual les permite recibir divisas rápidamente.
Al cubano de a pie no se le permite participar de la economía real, porque está diseñada solo para inversionistas extranjeros que muy pronto serán estafados.
Ante esto, ningún profesional tiene acceso a un buen puesto de trabajo con remuneración digna, pues no forma parte de los planes del clan corrupto que dirige el país.
Con estas directivas y la miseria galopante, el gobierno, como siempre, busca los culpables fuera de las fronteras de Cuba.
Que le pregunten a Latinoamérica entera a quién de ellos se les prohíbe regresar a su país, cuál de ellos huye del comunismo enfermizo implantado en Cuba, a quiénes se les chantajea con la cárcel si no se van. ¿Es eso emigración económica?
Cuba es una nación a la fuga de una dictadura incapaz de ofrecer un pan a su pueblo. Por eso vuelven los vuelos turísticos para ver las montañas, los volcanes y lagos nicaragüenses.
Cuba es hoy una cazuela a presión, donde el gobierno de Díaz Canel sube cada día las atmósferas de la precariedad para aumentar el desespero de los jóvenes, que desean un futuro para sí, obligándolos a emigrar para después recibir sus remesas.
Lo interesante es que hasta personas de más de 80 años han emprendido la ruta nicaragüense arriesgando sus últimas fuerzas con tal de no morir en hospitales sin recursos de ninguna clase, y sucios.
Que les pregunten a los ancianos de Latinoamérica si ellos huyen de esa realidad.