Ismay Padrón.- Cuando a un país le llega leche en polvo como ayuda solidaria, estamos en presencia de un desastre de país. Por supuesto, ni tú, ni yo, vamos a ver una sola bolsa, porque, según la dictadura, es para los hospitales. ¿Estás ahora mismo ingresado? ¿Te dieron leche? ¿Viste? Así de transparente son los revolucionarios.
Esta vez no fue Carlos Lazo quien llevó a la isla miles y miles de paquetes de leche. El jineterismo fue más lejos: hasta Asturias. Entre grupos solidarios, sindicatos y partidos asturianos, apoyados por el Movimiento Estatal de Solidaridad con Cuba, lograron adquirir 12,5 toneladas de leche en polvo y pronto estarán en suelo patrio. Increíble. En pleno 2023 y el cubano pasando por esto. Si mañana nos levantamos con la noticia de que Haití nos donó medio millón de cajas de preservativos y Sierra Leona envió un cargamento considerable de azúcar blanca; entonces, queridos cubanos, solo queda encomendarnos a la obra y gracia del Señor.
Pero vamos a seguir hablando de solidaridad. Sí, porque resulta ser, según Granma, de que hay una campaña por todo el mundo llamada Toneladas de leche en polvo para Cuba. ¡Qué risa me dio leer eso! Anda desbocado el régimen, loma abajo y sin frenos. No le da pena nada. Y lo más lindo, el precio de la leche anda disparado en Cuba: 1800 cup el kilo.
¿De quién es la culpa? Bueno, si le hacemos caso a Miguel Díaz Canel, los principales culpables son el bloqueo y la crisis internacional. Del primero, estamos hartos de escuchar y leer lo mismo. No vale la pena seguir el juego. Sobre la crisis -¿hay una crisis mundial?-, preferí seguir de largo. Es que tengo amigos en Ecuador, Paraguay, Argentina, España, Serbia, Seychelles, y nunca les ha faltado la leche en el refrigerador. La tienen en polvo, descremada, semidescremada, natural; de fresa, vainilla o chocolate.
Más allá de eso, Cuba tiene mucha suerte y debemos reconocerlo. Le donan leche, mucha leche. A falta de preservativos, nos llega leche como solidaridad.