Oscar Durán.- Mientras Miguel Díaz Canel Bermúdez estaba en su casa descansando placenteramente junto a su Machi, una madre lloraba desconsoladamente porque su hijo sufrió un brutal asalto hace un par de días en San José de las Lajas, Mayabeque.
La víctima se nombra Yunior Manuel Ruz Gómez, de 27 años. Según cuenta a El Vigía de Cuba una fuente cercana a la familia, todavía el asunto está un poco dudoso porque hay muchos cabos sueltos en esta historia.
“Yunior estaba sentado con una amiga en la fuente del boulevard lajero. Cerca de la medianoche, llega uno de los asaltantes gritando obscenidades para provocar a los presentes. Yunito, para evitar un problema, decide irse a la casa de su mamá, apenas a dos cuadras de donde estaba. En el transcurso del camino, uno de los individuos trata de confrontarlo y tienen un intercambio de palabras.
El delincuente se va y busca a otro tipo, supuestamente su primo. Ambos traían un palo en la mano y le dan alcance a la víctima. Cuando Yunior se da cuenta, suelta el teléfono, la bicicleta y una mochila a unos conocidos que tenía a su lado. De momento, le fueron arriba, le partieron uno de los palos por la espalda y empezaron a caerle a patadas hasta dejarlo inconsciente. Nadie lo defendió.
Un amigo de la familia pasaba en ese momento por el lugar y avisó rápidamente a la mamá. Cuando esa madre vio a su hijo lleno de sangre, no atinó a nada. Ni siquiera recuerda si los dos delincuentes todavía estaban ahí.
Al final, el teléfono se perdió y de esos personajes no se sabe nada. Hoy la familia iba a la policía a poner la denuncia. No se hizo antes porque estaban en el hospital con el tema de la tomografía para ver si había fractura. Por suerte, todo está bien en ese sentido.
“Ojalá y podamos hacer justicia. Cuba está fracturada y la violencia no para. Si seguimos así, no podremos salir de la casa porque nos matan”, nos cuenta la fuente.
La dictadura castrista jamás publica estadísticas reales sobre la delincuencia en el país. Según el diario oficialista Granma, los crímenes violentos representan el 8,5% de los ilícitos en 2023, pero no especificó el total de esos delitos.
Una nación que no tiene libertad ni esperanza, también perdió su seguridad. Eso no le quita el sueño a Díaz Canel, quien estaba muy acurrucado con su Machi cuando le caían a palo y a patadas a Yunior Manuel Ruz Gómez.
