Por Fernando Clavero
La Habana.- Lo del Castrismo no tiene nombre. La cúpula comunista se ha creído la dueña de la isla y de su gente, con poder para decidir sobre todo: el cielo, la tierra, el mar, las personas, y hasta sobre los símbolos que heredaron de aquellos que dieron su vida por un país diferente al que ellos proclaman.
Este martes, el boxeador cubano Robeisy Ramírez hace en Japón su primera defensa del título mundial de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) ante el japonés Satoshi Shimizu en la Ariake Arena de Tokio y, supuestamente, no podrá usar la bandera cubana, ni el himno nacional en su presentación, porque la embajada de La Habana en la capital nipona le pidió a los organizadores de la velada que lo prohibieran.
El propio púgil se encargó de denunciarlo la víspera: «Hoy, minutos antes del pesaje oficial de lo que será mi primera defensa del título, mi equipo me informó de otro acto vicioso y tiránico de la dictadura cubana en mi contra. Resulta que la Embajada de Cuba en Japón contactó a la cadena local que transmitía el evento para prohibirles expresamente tocar el Himno Nacional de Cuba antes de mi presentación”.
“Además de esto, me exigieron que no usara la bandera cubana en mi uniforme ni en ningún otro lugar. Huelga decir que denuncio enérgicamente este vil intento de intimidación. Soy un hombre libre. El himno, como la bandera, no pertenece al régimen. Tanto la bandera como el himno lo llevo en el corazón”, comentó Ramírez, oriundo de la central provincia de Cienfuegos, de 29 años de edad.
El doble campeón olímpico amateur dice que “Lo que no saben es que lejos de callarme, me han motivado más para alcanzar el éxito y seguir alzando la voz y clamando por la libertad de mi patria. Ahora más que nunca, ¡Patria y Vida!».
Ramírez, según su manejador, José Izquierdo, se negó a entrar con otro himno, y dijo que el de Cuba o ninguno.
Los peleadores profesionales cubanos suelen utilizar la imagen de la bandera de su país en su vestimenta en sus presentaciones, pero eso no le gusta a la dictadura, que sí lo utiliza en el vestuario oficial de las delegaciones del país, y hasta en alguna ropa que usan los dirigentes para sus continuas campañas políticas.
Para la pelea de Ramírez, campeón olímpico en Londres 2012 y Río de Janeiro 2016, solo faltan unas horas y no se sabe si insistirá con su vestimenta o los organizadores hicieron caso al pedido de la embajada cubana, que es lo más probable, porque la mayoría de los países del mundo -cualquiera sabe por qué- se pliegan a las demandas de la dictadura.
