(Tomado del muro de facebook de Ulises Aquino)
La Habana.- Después de observar la diatriba del Presidente de la Asamblea Nacional con la Comisión Agroalimentaria de la misma, no tengo menos que sentir vergüenza. El ciento por ciento de la canasta básica el gobierno tiene que importarla.
¿Tenemos que entender entonces que el Bloqueo de Estados Unidos a Cuba, es responsable de que nuestros campos no produzcan lo necesario? De ser así, no se justifica el cuestionamiento a los productores, ni a los ministerios, solo al Gobierno de los Estados Unidos.
Tendríamos que cuestionarnos también, cómo es posible que los americanos tengan el poder de ponerle precio a nuestros productos, y hacer que los campesinos y productores no trabajen la tierra.
Tenemos que cuestionar, incluso, porqué los americanos nos quitan el agua. ¿Cómo es posible que a los americanos se les ocurra construir una enorme red de hoteles, altos consumidores de energía y agua, conectados a nuestras plantas eléctricas, y a nuestro acueducto? Todas ellas encargadas de darle ese servicio a nuestro pueblo que los paga a precios altísimos con relación a los salarios.
No hay nada confuso, todo está más que claro. Es evidente que el peligro se cierne sobre todos. ¿Qué tiempo más nos queda para que los americanos respondan ante estas gravísimas problemáticas? ¿Qué planes tienen el Gobierno, la Asamblea Nacional para resolver ante la grave situación Nacional que provocan los americanos? ¿De dónde saldrán los recursos para salir de esta agresión del imperialismo contra nuestro casi indigente pueblo?
El imperialismo lleva 64 años destruyendo la nación, tanto, que ahora el Presidente nos convoca a que entremos en las redes a mostrar nuestros logros, contra la hegemonía cultural y mostrar las conquistas de la revolución.
Para combatir, lo primero que se necesita no son armas, sino convicciones. Podremos avanzar muy poco en esa lucha, mientras no le demostremos al mundo lo que defendemos.
Que no son las reuniones interminables a que nos obliga el imperio, ni la censura que nos impone, ni la burocracia que nos asfixia, ni el sentido común que nos ha robado, no.
Tenemos que demostrarlo con hechos. Mostrando los avances del pueblo en su calidad de vida, su acceso al agua, al transporte, al trabajo bien remunerado, a la Cultura y a la Educación de calidad. A los servicios médicos y a la medicina. A adquirir lo que sea capaz con su trabajo, y no a una canasta básica vergonzosa, con productos antihigiénicos.
El imperialismo se ensaña con nuestro pueblo, no permite que de una vez séamos tenidos en cuenta todos, nos divide, nos impide expresar libremente nuestros criterios, y asociarnos en la búsqueda de soluciones. Nos quita a nuestros hijos, y los secuestra, se los lleva a otras tierras a poner en práctica los conocimientos que aquí les enseñamos y financiamos.
¿Qué nos dejará el imperialismo?
No sé.