Ismay Padrón.- Cubadebate ha convocado a los cubanos a escribir una anécdota sobre el 26 de Julio. No se sabe quién fue el de esta idea “maravillosa”, aunque todos los caminos conducen a Randy Alonso, su director. Quizás, el también conductor de la Mesa Redonda, ya calculó el nivel de burla de la publicación y ordenó a un editor de guardia para censurar los comentarios de los internautas.
“Puedes escribir lo que te han dicho tus padres o abuelos sobre el día histórico, o evocar tu participación en alguno de los actos nacionales en tu provincia.
Envíanos las anécdotas al correo comentacubadebate@gmail.com y las publicaremos en nuestro sitio web y redes sociales”, dice la nota.
Inmediatamente les mandé un comentario para preguntarles si publicarían mi anécdota donde iba a dar detalles de cómo Fidel Castro nunca salió del carro el día del asalto, y prefirió esconderse detrás de un timón escuchando Hound Dog, de Elvis Presley. Por supuesto, me censuraron.
No obstante, voy a contar mi historia. Si Cubadebate no quiso, se la perdió.
El 14 de enero de 1959, mi abuelo Gilberto Padrón estaba jugando en el patio de su casa con sus dos hijas. De momento, entraron unos tipos vestidos de verde olivo y le llevaron todos sus aparatos de música. Así, de una y sin dar explicaciones. Mi abuelo le ponía música a cuantas fiestas se hacían en Oriente, ese era el sustento de la familia; sin embargo, la Revolución le quitó el trabajo en cuestión de minutos.
Don Gilberto, a partir de ahí, fue otro tipo. Dice mi mamá que se le quedó mirando y le dijo: mis nietos van a saber quién es el desgraciado de Fidel Castro. Y así mismo fue. Todo lo anticastrista que soy, se lo debo a mi abuelito, en paz descanse.
El 26 de Julio de 1953, Gilberto estaba trabajando como sonidista en los carnavales de Santiago de Cuba. Ni por enterado se dio del asalto porque la música estaba alta. Cuando amaneció, algo oyó por unos amigos.
“Dicen que el organizador fue un tal Fidel Castro, pero no llegó a entrar al Cuartel porque su auto sufrió una avería y tomó la decisión de dispersarse sin disparar un tiro. El otro pendejo fue su hermano Raúl, quién tomó el Palacio de Justicia y dejó solo a Abel Santamaría en el Hospital Civil Saturnino Lora.
Días después, a Raúl le hicieron la prueba de la parafina -para saber si disparó- y dio negativa; mientras, Fidel se negaba, haciéndose el valiente después de organizar todo y dejar embarcado a todos sus compañeros. A ambos los cogieron presos y no los mataron por orden del presidente Fulgencio Batista Zaldívar. No debemos olvidar que el Comandante conoció a Batista en 1951 gracias a su cuñado Rafael Díaz-Balart. Nada de esto lo cuentan, pero sucedió así”.
El Moncada fue un fracaso y el principal culpable todo lo sabemos. Mi abuelo estaba claro y hasta los últimos momentos de su vida no dejó de hablar pestes del dictador cubano.
Cubadebate está ajena a todo esto, incluso, utiliza la palabra CELEBRAR, cuando la historia reconoce el asalto como un total fracaso. Si de verdad se respetaran un poco, sacaran una encuesta con la siguiente pregunta:
A los manifestantes del 11 de Julio le han impuesto hasta 28 años de cárcel por exigir libertad. ¿Qué pena debió recibir Fidel Castro por atacar un cuartel militar?
-15 años
-30 años
-50 años
-Pena de Muerte
Sería el primero en participar. Así honraría la memoria de mi abuelo Gilberto Padrón.