Por Pablo Alfonso
Santiago.- Una semana se cumple hoy de la desaparición física de Carlos Alberto Montaner Suris. El escritor y periodista cubano falleció en Madrid, a consecuencia de una enfermedad neurodegenerativa.
La primera vez que escuché su nombre, me cayó mal, muy mal. Supe que hablaba pestes de Fidel y su revolución. Suficiente, para odiar a Montaner.
En el 2006 realizo mi primer viaje al exterior, justo a España, país que le abrió las puertas al ilustre cubano, donde vivió 40 años de su vida. Allí volví a escuchar el nombre de Carlos Alberto Montaner, pero no fue hasta el 2001, en Chile, que llegó a mis manos uno de sus libros más conocidos y reeditados: Viaje al Corazón de Cuba.
Fue entonces que conocí al verdadero Montaner y a su Cuba, mi Cuba. Me di cuenta de que el cuento estaba mal contado. Ojalá todos los cubanos de dentro y allende los mares lo lean. En esta, una de sus mayores obras, Montaner expone las luces y sombras de los principales actores de una revolución que mutiló los sueños de la nación.
Cuando leía sus páginas creía que Carlos Alberto sabía más de Fidel que mi coterráneo y socio Carlos Valenciaga, quien fuera jefe de despacho del cagalitroso comandante.
Retrata a Fidel, parecía que vivían puerta con puerta, como si no se hubiera marchado de la Isla. Lo cual tuvo que hacer en 1961, pues fue condenado a 20 años de prisión por participar en organizaciones de resistencia contra el régimen.
Nunca más pude olvidar a Carlos Alberto Montaner. Cada vez que viajaba, buscaba en Internet escritos y vídeos que me llevaran a conocer más sobre la vida de este hombre, uno de los que más hizo por la libertad de su país.
Me bebí varios de sus escritos y libros, entre ellos Manual del perfecto idiota latinoamericano, escrito junto a Plinio Apuleyo Mendoza y Álvaro Vargas Llosa.
En esta obra, sus autores muestran la historia de América Latina y el modo de pensar de las élites políticas e intelectuales.
Carlos Alberto Montaner fue un incansable luchador por la libertad cubana. No había escenario donde no empleara su talento y su sabiduría en favor de desnudar a la verdadera Cuba.
Mereció palabras de gratitud del propio Premio Nobel de literatura Mario Vargas Llosa el pasado año, en el Foro de la Fundación Internacional para la Libertad.
El escritor peruano, dijo que Carlos Alberto Montaner » es un ejemplo magnífico para los jóvenes latinoamericanos» por defender los valores de la democracia y libertad.
Esto fue lo último que escribió Carlos Alberto Montaner: “Cumplo mi deseo de morir en Madrid, la ciudad que amo y en la que he compartido tanto junto a Linda, mi adorada mujer en las duras y en las maduras. Lo hago gozando todavía de la capacidad de expresar mi voluntad de ejercer mi derecho a finalizar mi vida de una forma libre y digna de acuerdo a mis creencias. No le doy más lata, querido lector. Adiós.
Así se despidió de sus lectores el mejor columnista político en lengua española al decir de muchos.
Quedarán sus brillantes análisis y su aguda crítica de los hechos políticos y sociales. Y nos quedamos con tus ilustraciones sobre el daño que el marxismo ha causado a la humanidad.
Gracias Montaner, por demostrar con tu talento que el socialismo es imposible. Gracias mil por abrirme los ojos. Algún día, no muy lejano, tu nombre se escuchará en toda Cuba. Las nuevas generaciones sabrán de tu valía.
Perdón por no creer en ti al principio. Perdón, perdón. Dios te tenga en su santa gloria.