(Tomado del muro de Facebook de Mkc Cerralvo)
La Habana.- Hoy hacen un programa por la TV, sobre lo bien que trabaja la Policía, sobre los porcientos elevados de los casos que se resuelven, su efectividad, disposición y como logran la paz y la tranquilidad ciudadana, desmintiendo a la violencia que se expone en las redes sociales.
Historias que no coinciden con esto conozco muchas, pero solo me detendré en una vivencia, y es “el caso de la mordida del perro”.
Resulta que el pasado miércoles 21 de junio, al regresar a mi casa, el odioso perro de un vecino me mordió, como no era la primera vez, y ya ha tenido intentos con mi pareja y mi hijo, decidí hacer lo que nunca he hecho y llamé a la PNR por teléfono para denunciarlo.
Allí me atendieron, pero la muchacha me dijo que no podía ser por teléfono, que tenía que personarme en la unidad de la policía que correspondía para hacer la famosa denuncia.
Aprovechando que la pierna me sangraba, opte por ir a la 3ra unidad de la PNR en Santa Clara, que es la que me toca…
Al llegar y preguntar en la recepción y tratar de denunciar al perrito, un oficial me dijo que ese no era el procedimiento, y como no acostumbro a hacer denuncias y no tener idea de cómo es el procedimiento le pregunté que tenía que hacer.
Él y los que lo acompañaban, el sub oficial de guardia, otra oficial que escribía en una computadora, y dos más que conversaban en un buró me preguntaron ¿qué me había pasado? y se pusieron muy atentos a oír la explicación que daba de los hechos.
Le conté del perro que me mordió, que no era la primera vez, que también pasaba con otras personas y terminé enseñándole la herida del pie y la sangre que ya llegaba a mi media…
Las dos mujeres enseguida me preguntaron si me dolía, diciéndome que debía de curarme, y comentaban algo de rabia y no sé qué otra posible enfermedad.
El oficial al frente me dijo si había hecho otras denuncias de mordidas, y le respondí que no, que esta era la primera denuncia, ¿y que si tenía que venir a la policía cada vez que el perrito intentaba morderme…?
Me preguntó que donde vivía y al responderle me señalo, en la distancia, quien era el jefe de sector que le correspondía mi zona, que fuera y hablara con él.
Me dejaron entrar a la unidad, caminar todo el parqueo y encontrarme con el jefe de sector, que al ser más de las 4:00 PM ya iba de salida al igual que otros oficiales.
Le volví a hacer la historia y solo le pedí si podían ir a casa de los dueños del perro y advertirle que lo trancaran o algo, y terminé enseñándole la mordida, donde ya la media estaba manchada y la sangre amenazaba con llegar al zapato…
El Jefe de Sector me dijo que ese no era el procedimiento, ¿Qué quien me había mandado a verlo?
Le dije y él fue a ver al oficial que me mando…
Después de un debate, casi discusión entre ellos, yo llegue, para que recordaran que el tema era sobre mí, y el Jefe de Sector terminó diciéndome:
Tienes que ir al hospital, para que un médico dictamine los daños que te causaron y con ese documento hacer la denuncia, para yo poder ir a ver a los dueños del perro…
Pude entender y hallar lógica en lo que decía, pero le pregunté si eso no ocurría, que sólo quería que hablara con los dueños del perro, para evitar problemas futuros sin tener que hacer la famosa denuncia…
Me dijo que NO, que tenía que hacer el procedimiento como era, que viera al oficial de guardia y simplemente se fue…
Volví al oficial de guardia, para decirle que iba a ir al médico, y este me respondió que NO, que ellos me llevaban y me pidió que me sentara en unos banquitos a esperar.
Me pareció lógico también y así hice, pero al llegar a los banquitos, había más personas allí, un señor mayor que esperaba lo mismo, que había sido atropellado por una motorina y el chofer se había dado la fuga, y dos jóvenes, uno que habían tratado de apuñalear y su acompañante.
Al parecer mi mordida era algo insignificante ante los otros hechos, aunque ya mi zapato se ponía rojo.
Al rato de estar ahí, cerca de 40 o 50 minutos, los muchachos de la puñalada fueron a hablar con el Sub oficial de guardia, ya casi todos se habían ido, eran como las 5:30 PM.
Yo me acerqué también y oí la conversación, decían que se iban a ir, que estaban allí desde las 12 del día y que ya no iban a hacer la denuncia, el oficial le ripostaba diciéndole que al final el que trató de apuñalearlo lo hizo con un cuchillo sin filo y que solo consiguió romperle la camisa y hacerle una herida superficial, la que pude ver cuando el muchacho se la volvió a enseñar al militar…
Aunque este le decía, por la posición de la herida, cerca del corazón: Si, pero si tiene filo me mata, y no estuviera aquí…
Y el policía que parecía más un bodeguero que le contaban un cuento que un agente del orden, solo le decía que tuvo suerte que el cuchillo no tenía filo…
Salieron estos muchachos frustrados en su denuncia, caminando supongo hacia su casa y aproveché para hablar con el sub oficial de guardia…
– ¿A qué hora es que viene el carro que nos llevará al hospital?
– Imagínate, nosotros no tenemos carro y lo pedimos a patrulla, pero ellos solo tienen cuatro, cuando nos lo puedan prestar el viene
– ¿Y no tiene idea de cuando pueda ser eso, ya llevo casi una hora aquí, tengo cosas que hacer?
– Nadie sabe, mira, ese señor que está ahí fue atropellado, y está esperando que lo lleven al médico desde por la mañana…
– (Mire al señor con mucha pena y le dije al sub oficial) y si yo voy por mis medios al médico.
– No puede ser, porque ese papel no te lo van a dar a ti.
– ¿Pero en el hospital no debe haber un policía? Usted lo llama y le dice de mi caso, yo me presento y él que recoja el papel
En eso el sub oficial le dijo a la que escribía en la computadora, que era la única que quedaba en la recepción: ¿Fulana, quien está en el hospital hoy?
Y ella le respondió: Nadie, hace días no hay mucho personal y creo no se está mandado a nadie al hospital.
El sub oficial me miró y me dijo, si quieres hacer la denuncia tienes que tener paciencia y esperar que aparezca un carro y te lleve.
Miré al señor mayor en el banco, me dio más pena con él, miré mi pierna, ya la herida había coagulado y la sangre estaba dura, me despedí del sub oficial y me fui…
Entendí que la policía tiene cosas más importantes que hacer, atender una denuncia de una mordida, una puñalada o un señor atropellado no era tan importante, seguro estaban trabajando en conjunto con la interpol y capturando a capos de la droga internacional.
Aunque alguien me sugirió que para que mi caso hubiera fluido rápidamente, debía haber dicho que cuando el perro me fue a morder iba ladrando cosas en contra del gobierno…
Y ahora por la TV me dicen que en la PNR se atienden todas las denuncias, que se procesan TODOS los casos, y que los porcientos en que se resuelven son altísimos…
Tenía que haber ido a hacer mi denuncia al TV, allí que es otro país, todo se resuelve, y seguro hasta me curaban la herida con timerosal y agua oxigenada…
Cuando regresaba a mi casa pensaba en matar al perro… no por hacerle daño al canino, sino para que los dueños tuvieran que sufrir el hacer una denuncia en mi contra y a ver si lo conseguían…
O mejor aún, si consigo coger al perrito, lo voy a provocar bien y lo voy a soltar en la unidad de la policía, muero por ver el procedimiento a seguir…