Por Anette Espinosa
La Habana.- Los casos de feminicidios en Cuba no se detienen. La muerte de una mujer en el municipio matancero de Colón, a manos de su pareja, acerca las víctimas de violencia de género a 50, en medio del más absoluto silencio del gobierno, que, como siempre, teme a decir lo que pasa, porque le aterra que el mundo sepa, por versiones propias, lo que está pasando.
Con el asesinato de Alianni Rodríguez en la noche del pasado domingo, llegan a 46 los feminicidios en lo que va de año, 12 más que todos los ocurridos el año anterior, y aún no hemos superado el primer semestre del actual, lo cual habla muy claro del auge que han tenido estos fenómenos en el país.
La joven, de 25 años de edad, vivía en el reparto Frank País, en Colón, y deja una niña de tres años, fue víctima de su pareja, de nombre Adrián Barrios Rodríguez, quien, hasta el momento, se encuentra en paradero desconocido y sin que la Policía haya podido dar con él.
La información sobre el asesinato de Alianni Rodríguez la dio la revista feminista Alas Tensas, y fue confirmada, además, por la Red Femenina de Cuba y el Observatorio de Feminicidios «YoSíTeCreo en Cuba».
Mientras, el gobierno mantiene silencio absoluto sobre los hechos. Para los medios oficialistas todo está bien, la muerte de casi medio centenar de mujeres no representa problema alguno, porque lo importante es mantenerle la cara limpia al gobierno para no espantar a los turistas ni llamar la atención de la opinión pública internacional.
Tampoco hay campañas institucionales dirigidas a ponerle coto a estos casos, multiplicados por la galopante crisis económica que vive el país, cuyas secuelas se sienten sobremanera en el seno de las familias.