Oscar Durán.- Alejandro Gil, ministro de Economía, habló de encadenamiento productivo hace unos días y ya están los porristas ideológicos repitiendo como marionetas el término, aunque ninguno sabe ni entiende de economía. Dieron la orden de arriba y eso es suficiente para el mundo de las ciberclarias.
Me viene a la mente cuando Fidel Castro la cogió con la moringa. Todos los cubanos empezaron a hablar de lo mismo. Aquí en Moa, por ejemplo, dijeron que curaba el cáncer. Al final, resultó uno de los tantos inventos del señor de la piedra.
En Cienfuegos, ahora mismo, hay proyectos de desarrollo local (PDL) donde ofrecen “soluciones a necesidades puntuales de los pobladores” y así encadenan las prioridades locales con las dinámicas internacionales. Esto no es solo un disparate, también es una mentira al más fiel estilo dictatorial.
Según Arnaldo Cruz Cruz, directivo del Consejo de la Administración Municipal cienfueguero, hay fincas como La Isabela, La Muralla y La Oriental donde se procesan frutas y pronto se instalarán tecnologías para obtener cárnicos.
Si uno se deja llevar por este dirigente, en Cienfuegos pronto la carne estará por toneladas en cada cuadra y las frutas se van a podrir por tanta abundancia. Y todo esto es gracias al supuesto encadenamiento productivo de Alejandro Gil.
Cubanos, ¿en qué momento nos convertimos en un chiste? ¿Cómo nos volvimos una vergüenza por culpa de unos dictadores inescrupulosos?
Ayer fue la moringa, hoy es el encadenamiento productivo, ¿qué vendrá mañana? Ya no damos más, estamos al límite. Alejandro Gil pide confianza al pueblo, pero llevamos más de medio siglo confiando y no vemos soluciones.
Deberíamos todos los cubanos pararnos en el malecón y encadenarnos a ver si el mar confía en nosotros y nos impulsa hasta donde hay una boya que dice 90 millas. Eso será más productivo que todos los inventos de la dictadura castrista.
Aquí les dejo un video donde pueden ver toda esta farsa. El turismo es el único beneficiado y uno aquí muriéndose de hambre.
