Por Anette Espinosa
La Habana.- Una familia cubana que perdió sus pertenencias como consecuencia de las torrenciales lluvias e inundaciones que afectaron el oriente de Cuba a principios de mes, aguarda porque el gobierno le dé la oportunidad de tener nuevos colchones, pero ya han pasado muchos días y estos no han llegado.
La referida familia, que vive en el municipio de Niquero, en la provincia de Granma, ya no cree en las promesas del gobierno, en todos sus niveles y, según el periodista independiente Alberto Arego, cree que es “está bueno ya de tantas mentiras”
“Después de las lluvias caídas en este mes, muchos lugares fueron evacuados por no ser seguros”, le comentó una fuente a Arego bajo condición de anonimato, para ponerlo al tanto de la situación en la que viven.
“El agua daba por las ventanas de una familia, donde vive una mujer con problemas de reuma, un niño de siete añitos que lo atienden con un neurólogo y otra mujer con problemas del interior”, recoge la publicación en el muro de Facebook del periodista, que se dedica a publicar todo aquello de lo cual pasan de largo los medios del Gobierno.
“Es la fecha (21 de junio de 2023) y no hay una respuesta para darle los colchones solicitados porque los que teníamos siguen mojados y no se secan aún”, refiere, porque, al parecer, los referidos medios no llegarán nunca, y la familia tendrá que hacerse alguno de hierba y sacos, como han hecho muchos damnificados por otros fenómenos climáticos en la isla.
Según Arego, “fFueron a ver a la delegada, la cual dice que esos colchones, que fueron donados por los daños ocasionados por un desastre natural, son para las personas con cáncer, y los está entregando algunos casos que ella entienda”.
Esas líneas lo dejan claro todo: en un país donde cada año los huracanes dejan alguna huella, los gobernantes no garantizan colchones para responder a situaciones como estas. Los que hay, donados por alguien del exterior, los dedican a casos muy específicos, como a los enfermos terminales, como deja ver la publicación.
“Está bueno ya de tantas mentiras, de tanta hipocresía. Estamos cansados de hablar por gusto, escribo para buscar una solución a este caso. Lo que hace falta es que le dé vergüenza a estos descarados de mi… que tenemos dirigiendo”, dijo la fuente que envió la dirección de la familia afectada en Niquero: Calle Israel Cabrera #3.
Para colchones no hay dinero en Cuba, ni para ayudar a quienes perdieron sus techos o electrodomésticos, pero sí hay plata, y mucha, para los viajes constantes de los dirigentes a Europa a mendigar donaciones. Y esos no viajan en vuelos regulares, sino en aviones destinados expresamente a esas funciones, con séquitos enormes.
Tanto Díaz Canel, en el viaje que lo llevó a Europa hace cuatro días, como anteriormente el primer ministro Manuel Marrero, no solo fueron con sus escoltas y su equipo de prensa, sino con un numeroso grupo de ayudantes, que incluye pantristas, cocineros, encargados de la ropa, enfermeros y médico.
Increíble todo eso para un país donde las personas mueren de hambre, sin techo, sin colchones, y quedan expuestos cuando ocurre un fenómeno natural.