Oscar Durán.- Las desgracias vienen para Cuba una detrás de otra. Ahora nos tocó lluvias y más lluvias, mañana puede ser un huracán -ojalá y no-, o quizás un meteorito. ¿Hasta cuándo? Como si no tuviéramos suficiente con el régimen asesino que nos gobierna, la naturaleza también ha dicho presente y anda haciendo de las suyas.
Veo las imágenes y dan ganas de llorar. Hasta un fallecido hay. Viviendas destruidas, Consejos Populares aislados por las inundaciones, daños severos a la agricultura. El desespero es total en gran parte de la isla. Mientras, sus gobernantes, de reunión en reunión y dando condolencias por los estragos.
Una vez más vemos el mal manejo de la dictadura ante estas situaciones climatológicas. A tiempo, se pudieron prevenir muchos daños. Por ejemplo, si en los primeros días de las lluvias hubieran evacuado a los pobladores de algunos lugares vulnerables de Granma, quizás la situación no estuviera tan compleja como en estos momentos.
No les ha quedado otra que sacar los viejos helicópteros de las Fuerzas Armadas y salvar a personas en situaciones riesgosas por culpa de una mala gestión de los dirigentes. Un botón de muestra es el rescate de varios pobladores de la localidad Mateo Román, perteneciente al municipio granmense de Yara.
En Camagüey, por su parte, murieron nueve pécaris de collar y un antílope Elan del Cabo, pertenecientes al Zoológico. Ni los animales escapan a los malos procedimientos de los ineficaces jefes. Por suerte, los leones, cocodrilos y otros ejemplares están a salvo y no hay fugas como erróneamente se había dicho. Aunque, a decir verdad, no creo que el león tenga fuerza para salir de su jaula si solo se alimenta una vez al día con huesos viejos de res.
Otra de las provincias afectadas es Las Tunas. La poca agricultura existente en el territorio, la lluvia terminó destruyéndola, principalmente en los municipios de Jobabo, Colombia y Amancio. Si antes había hambre, ahora habrá más. Me imagino que una libra de plátano el tunero la encuentre a más de 150 pesos y si aparece.
Así andan las cosas en mi Cuba. Hoy son las lluvias, mañana vendrá otra cosa. No escampa la desgracia para los cubanos. Somos un país triste. Gobernado por dictadores asesinos y destruido por la naturaleza.