Oscar Durán.- El teatro nunca ha sido con orden en las sesiones extraordinarias de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP). Si usted le echa un vistazo a las diferentes intervenciones de todos esos mequetrefes de traje y corbata, podría terminar vomitando en un dos por tres. El cubano está cansado de tanta mentira, pero estos dirigentes se empeñan en hacernos creer que somos unos verdaderos giles.
Un botón de muestra fue el discurso de Alejandro Gil Fernández, ministro de Economía. Una verdadera falta de respeto a un pueblo con tantas necesidades. No dijo nada importante que hiciera saltar de alegría a cualquier persona. Más bien millones de cubanos se fueron ayer a la cama con el estómago vacío y el señor Gil hablando de “avances”, “incrementos”, “consolidaciones” y “cumplimientos”.
¿No me cree? Pues allá voy.
“Al cierre de abril, las exportaciones de bienes, es decir mercancías, el país ha ingresado 728 millones de dólares, lo cual es el equivalente a un cumplimiento al 103% del plan del periodo”.
“El pasado tres de mayo el país llegó al primer millón de turistas. El plan de visitantes en el turismo para 2023 es desafiante y no depende solo de nosotros, pero vamos en ese camino, porque es imprescindible para acompañar y avanzar en la recuperación gradual de la economía”.
“Hemos estado apreciando en los últimos años un incremento, mes tras mes, del nivel de importaciones de las formas de gestión no estatal, por el ritmo que se está llevando en los dos últimos meses se han superado los 80 millones. A este ritmo superaremos la cifra de más de mil millones en el transcurso del año”.
“Sobre el comportamiento de la empresa estatal socialista, en los primeros cuatro meses del 2023, el 84% de las empresas tienen resultados positivos”.
“Hay que avanzar en cada municipio, conocer la demanda básica de alimentos y evaluar las potencialidades, potenciar el desarrollo local. Sobre esa base se trabaja para 2024”.
“Se avanza en la creación de un mecanismo de coordinación macroeconómica, que transita por la reducción gradual del déficit fiscal, el ajuste de las cuentas de liquidez (CL), el incremento de la producción nacional, el ordenamiento monetario y fiscal en el país, la estabilidad del Servicio Electroenergético Nacional (SEN) y la disponibilidad de combustibles y frenar la inflación, desde el control de los precios y el combate a la especulación abusiva”.
Aquí no está todo, hay más, pero tampoco los puedo aburrir con tanto. Sí les voy a decir que la intervención del ministro de Economía fue delante de Raúl Castro. El viejito lo miraba y lo miraba y quizás hasta se preguntó para sus adentros: “aquí nada tiene arreglo”.
Lo más lógico es cerrar la isla. Viene siendo muy recomendable. Todos nos largamos para Haití o Sierra Leona si fuera posible. Es preferible eso, antes de estar aguantando toda esa baba como si fuésemos unos verdaderos giles.
