Oscar Durán.- Villa Clara acaba de terminar la zafra azucarera con solo 47 mil toneladas métricas de crudo, la cifra más baja alcanzada en la historia de esa provincia, por culpa de carencias con el combustible, piezas de repuesto, materias primas, carencias de mano de obra y malos procedimientos de la dictadura cubana.
Fíjense si estos comunistas son unos cara de tabla, que dejaron al central Carlos Baliño, de Santo Domingo, procesando azúcar orgánica para cumplir los compromisos del régimen con el exterior. El pueblo, que se joda, pero con los “amigos extranjeros” no podemos quedar mal.
Según reseña el periódico Vanguardia, observar de cerca los cañaverales y el estado de las plantaciones, sin llegar a lo apocalíptico, ofrece dudas en el compromiso de la provincia de sembrar durante el año unas 17 933.04 hectáreas.
Es decir, recién acabó la contienda y la próxima ya pinta gris con pespuntes negros. Sin embargo, a la hora de hacer un balance sobre los malos resultados, saldrá un gordazo de cara redonda diciendo que los resultados fueron malos por culpa, en primer lugar, del “maldito bloqueo” y, en segundo lugar, del “cruel bloqueo”.
Que a nadie se le olvide que la industria azucarera era el motor de la economía cubana, pero por culpa de Fidel Castro y la caída del campo socialista terminaron hundiendo un sector tan importante para la nación.
De los 155 centrales existentes en su momento desde San Antonio a Maisí, solo quedan 56, reduciendo considerablemente la producción de poco más de 4 millones de toneladas a solo 480 mil al cierre del año pasado.
Ahora que está de moda darle todo a Rusia, firmen contratos con dos o tres rusos millonarios y entréguenles los centrales, las tierras, los hospitales, las escuelas y el país entero. A fin de cuentas, tienen a la isla hundida en una crisis sin precedentes y siguen de brazos cruzados de reunión en reunión sin resolver nada.
