Por Anette Espinosa
La Habana.- Tanta tranquilidad tienen los que gobiernan en Cuba y tanta confianza en su destino que convocaron una conferencia del Partido Comunista para el mes de octubre, con la intención de analizar la situación económica, social, política e ideológica del país.
Dejemos aparte la situación ideológica, que es un tema demasiado cutre y banal, y analicemos la nota de Prensa Latina, en la que anuncia la referida reunión para dentro de cinco meses, como si el problema de la economía cubana no fuera un tema urgente, necesitado de resolverse ya, o se corre el riesgo de que una hambruna generalizada azote a La población.
Pero el presidente del país, Miguel Díaz Canel, en su condición de primer secretario del Partido Comunista, y su mano derecha, Roberto Morales Ojeda, decidieron que sería para octubre y no hay nada más que hacer, porque ninguno de los dos, ni sus respectivas familias, viven la situación de estrechez alimentaria que padecen los cubanos normales.
El Hombre de la Limonada, como lo llama mi colega Jorge Sotero, y 3.12, como llaman al doctor Morales dentro del gremio médico, por las notas con las cuales se graduó como galeno, tampoco tienen mucho poder de decisión, y la convocatoria al cónclave comunista no aportará nada. Se reunirán los mismos dirigentes de siempre, cada uno expondrá las mentiras que trae de su territorio, hablarán de toneladas, de hectáreas o caballerías y, mientras, la inflación continuará su galopada, y el pueblo sufriendo hambre y todo tipo de necesidades.
Algunos mostrarán sus experiencias, auxiliados, incluso, por vídeos o diapositivas, y al final, en unas conclusiones que la referida conferencia enviará a todas las provincias, se les mostrará a la militancia el camino a seguir, recordando siempre que no podemos olvidar de dónde venimos, porque la ruta trazada por el clan Castro no se puede olvidar.
Al final, seguirá el hambre, los campos improductivos, llenos de malezas, con la misma escasez de combustibles, el ganado muriendo por cientos por todas las causas posibles, pero sin que aparezcan la leche, los frijoles, las verduras, frutas, cereales y carnes. Y, como sucede siempre, aparecerá el mismo culpable de todo para justificar: el bloqueo que nos arrecia.
Sin embargo, desde ahora, la convocatoria de la reunión de octubre dice que se «evaluarán, con sentido crítico, objetividad y profundidad analítica, el cumplimiento de los acuerdos del 8vo. Congreso de esa fuerza política, así como de la implementación de las Ideas, Conceptos y Directrices emanados de aquella cita».
Y claro, en la reunión se hablará de lo mismo que siempre hablan los dirigentones: política de cuadros (que no incluye a la familia de los grandes dirigentes -porque ellos acceden por herencia a los mejores puestos) y el trabajo político, que no es más que las modificaciones que hay que hacerle al discurso castrista para que la gente se lo crea, aunque ellos sepan que ya nadie confía en toda esa sarta de mentiras que le metieron siempre por la cabeza a generaciones y generaciones de cubanos.
Incluso, en la conferencia se analizará la marcha de los famosos Lineamientos, cuyos creadores y los que orientaron ponerlos en práctica deberían ser fusilados por crímenes de lesa humanidad.
La nota de la referida agencia, que cada vez se parece más al resto de los libelos castristas, habla sobre otras cosas que, supuestamente, se harán en una reunión que ojalá nunca ocurra, porque los cubanos, en estallido total, hayan sacado al castrismo del poder. O sí, que la hagan en la clandestinidad, porque en la Cuba nueva el comunismo y su versión caribeña, la que tuvo por ideólogo a Fidel Castro, no deben tener cabida.
Hambruna en Cuba y la cúpula analizará la economía en octubre
