(Tomado del Muro de Facebook de Ileana Medina)
La Habana.- Mi país padece una de las dictaduras más largas y empobrecedoras de la historia de la humanidad.
Mi gente, mi familia, yo misma, somos víctimas directas.
Franco (menos de 40 años en el poder) murió y dejó más o menos atada una transición, Pinochet (17 años de dictadura) se sometió a elecciones… Aún así las izquierdas españolas o latinoamericanas siguen décadas después erre que erre con los daños de esas dictaduras y lo entiendo.
Pues imagínense los cubanos.
Castro (57 años en el poder, los dos anteriores sumados) murió en la cama con 90 años y no solo no hizo nada por facilitar una transición a su muerte, sino que dejó un gobierno militar nepótico de control total y absoluto sobre una economía que no funciona (ni con embargo ni sin él) donde los pocos recursos son dedicados a la represión de la población con más presos políticos del continente.
Un país donde no es posible comer ni tampoco decir ni mú sin ir a la cárcel. Donde nada funciona y todo está destruido. Un país devastado por un estado fallido, solo comparable en falta de derechos y pobreza con Corea del Norte o Eritrea.No esperen de mí neutralidad, calma ni paciencia, ni simpatía con quienes desde sus democracias capitalistas y prósperas, o simplemente países «normales», justifiquen aquel horror.
