Por Anette Espinosa
La Habana.- La gira de Buena fe por España se terminó. El dúo -o agrupación- solo pudo ofrecer dos conciertos, porque las otros se vieron obligados a suspenderlos, por lo que ellos llaman accionar de la gusanera, que no es más que la labor de personas dignas, contrarias a los postulados que ellos defienden.
Los cubanos, y españoles, que se opusieron en España a sus presentaciones son personas con derechos, que manifiestan sus opiniones y que no quieren que el dúo, partidario del régimen opresor de La Habana, se presente en el país ibérico. Y terminaron por conseguir sus propósitos, sin violencia, sin golpear, sin sabotajes, por más que digan que hubo amenazas hasta de bombas.
El dúo, que lleva unos 20 años de vida artística, adujo que “con tristeza anunciamos que los conciertos de Salamanca y Zamora han sido suspendidos. Bajo el pretexto de defensa de la democracia se han desatado acosos y amenazas fascistas contra los dueños de los locales y eso ha podido más que las canciones”.
En un post en Facebook se disculpan con los que adquirieron las entradas y se vanaglorian por haber actuado en Madrid y Bilbao, no sin antes haber enfrentado algún problema con los que llaman “grupo contrarrevolucionario”.
Uno de los organizadores de la gira y portavoz de la organización Euskadi-Cuba, dijo que “la gusanera se quedó con las ganas de coartar la libertad artística de un grupo cubano y de provocar a tantas personas solidarias convocadas a la jornada”.
Lo cierto, Buena fe recoge lo que sembró. Se alineó y defendió las políticas criminales del gobierno de La Habana, y sus otrora seguidores, en los lugares donde pueden hacerlo, se oponen a sus presentaciones. Ya no pueden ir a Miami y España le cierra las puertas. En fin, que se les va cerrando el círculo, y en cualquier momento tendrán que dedicarse a la gastronomía o a cantar en las actividades que organizan la juventud y el Partido Comunista.
Nadie está obligado a actuar en contra de su voluntad, pero las personas dignas no pueden defender lo que pasa en Cuba, donde un grupo de personas mantiene sometido a un pueblo que vive mil penurias. Y Buena fe, a cambio de prebendas, casas, autos modernos, libertad para invertir en proyectos gastronómicos, se puso de parte del castrismo, y lo defendió públicamente. Y ahora, a recoger los resultados de la siembra.
Nada, que el que siembra cultiva.