Oscar Durán.-
El semanario La Demajagua tildó de negligentes e irresponsables a los dirigentes de la ganadería en Granma, debido al aumento de los hechos delictuales, específicamente con el Hurto y Sacrificio de Ganado Mayor.
En un texto poco común en la prensa castrista, aparecieron cifras -no deben ser reales, pero al menos ponen números- sobre los sacrificios de animales hasta el cierre de abril. Un total de dos mil 683 cabezas, entre bovinos y equinos fueron reportadas como hurto y sacrificio.
Si en una sola provincia se reportaron estas muertes en cuatro meses, tentativamente podemos decir que en toda la isla las cifras pueden pasar de 40 mil y me puedo quedar corto. No es para menos con la hambruna que vive el archipiélago cubano.
“Los resultados de los últimos años indican lo inefectivo del quehacer preventivo y del combate contra prácticas nocivas que proliferan con hechos múltiples, al encubrirse e incluso participar en actividad tan deplorable como el robo y su degradación moral, cuando urge salvar la ganadería para que crezca la producción de leche, carne y la imprescindible soberanía alimentaria y nutricional”, destaca la información.
Me llama la atención la poca objetividad del párrafo anterior. Cualquiera puede pensar que la ineficiencia del gobierno con el tema del hurto ganadero, es de hace pocos años. Error. Desde que Fidel Castro prohibió comer carne de res, se dispararon las muertes en el ganado sin poder controlarlas.
Castro nunca pudo salvar la maltrecha ganadería cubana y terminó por hundir la producción de leche, de carne y, por ende, el cubano no sabe lo que es soberanía alimentaria. Si vamos a echarle la culpa a alguien, la lista la encabeza el Comandante y después le siguen todos esos dirigentes incapaces formados a base de consignas sin saber un ápice de ganadería.