Por Jorge Sotero
La Habana.- Los detenidos en las protestas de Caimanera, en la provincia de Guantánamo, no solo se llevaron una paliza enorme, sino que tendrán que arrastrar largas condenas, y eso que solo eran unos ‘borrachos’ que intentaron alterar la tranquilidad del pueblo.
Una nota de prensa del gobierno en el referido municipio, que estalló en una protesta masiva hace unas horas, dice que llevará a juicio a los manifestantes detenidos, cinco hasta el momento, pero que pudieran ser más, porque ya la policía política trabaja en el estudio de los vídeos hechos por propios y ajenos para intentar identificar a algunos otros.
A unos les dirán que “se van o los condenan” y a otros los condenarán, con penas ejemplarizantes, como harán con los cinco presos, como pretende Saimara Llamaré Galano, la presidenta del Poder Popular en el municipio.
La publicación del gobierno de Caimanera dice que “Este sábado, varias personas en estado de embriaguez…pretendieron perturbar la tranquilidad ciudadana”. Y dicho así, podemos pensar en cinco -o tres- hombres creando problemas, cuando en realidad medio pueblo se lanzó a la calle a reclamar Libertad y a gritar contra el gobierno castrocomunista.
Luego dice que “al llamado de la población, acudieron al lugar autoridades del territorio con el objetivo de atender la situación”. Y esas palabras, sino fuera porque generan dolor, daban risa. La población fue la que pidió que llegaran los boinas negras, repartiendo golpe y masacrando a sus hijos, hermanos y padres. Desde allí, desde la protesta, los que se manifestaban contra el gobierno, pidieron que fueran a golpearlos y a detenerlos.
“Hechos de esta índole que atentan contra la paz social no quedarán impunes y los infractores serán presentados ante los órganos judiciales con todas las garantías constitucionales y respeto de sus derechos”, dice la presidenta del gobierno, que olvida los juicios amañados en Cuba, las condenas grotescas a los presos del 11J, en vistas donde las autoridades no presentaron pruebas e igual los reos fueron enviados a la cárcel.
En Cuba, y eso lo sabe la presidente del gobierno en Caimanera, la fiscalía está subordinada al partido, y los abogados son una sarta de cobardes, incapaces de poner las cosas en su lugar y defender no solo a sus clientes, sino a una profesión que han dejado muy mal parada.
¿A cuántos de los presos de Caimanera han ido a entrevistar los abogados? ¿Han exigido que se les realicen exámenes médicos para conocer la gravedad de la golpiza o de las heridas? La Policía y el régimen comunista pasa cada día por encima de la propia Constitución y los abogados se lavan las manos.
No voy a continuar con la nota de la presidenta del gobierno en Caimanera, porque podrán leerla acá, solo quiero augurar lo que le tocará a los prisioneros: muchos años de cárcel, en condiciones paupérrimas, en una violación constante de sus derechos como seres humanos. Todo eso por haber pedido libertad, que es uno de los derechos más importantes para un ser humano, luego del de la vida, que es algo que en Cuba también está en veremos, porque en ese acápite entra el derecho a alimentarse, a tener atención médica (y medicamentos), entre muchas otras cosas.
Desde ahora lo siento por ellos, aunque hay una solución para evitar que sean condenados: ir a la prisión en masa y sacarlos de allí. O mejor, salir todos a la calle y acabar de una vez con el castrismo. Así podríamos indultar a todos los presos políticos.