(Tomado del muro de Facebook de Jorge Fernández Era)
La Habana.- El éxodo masivo de jóvenes es un problema complejo para un país como el nuestro que envejece a ritmos acelerados. De ahí que muchos tembas como yo se aferren a su puesto de trabajo en aras de no cobrar la generosa chequera que nos dejó Murillo.
Es el caso del inexpresable Esteban Gonzales («Has bien y no mires a quien», dice el eslogan que coloca en su perfil de Facebook), quien, a sus 77 años, sigue a pie de surco laborando en Secons (Servicios Especializados a la Construcción). Hoy leyó mi post «Caimán no come Caimanera» y, sin pensarlo dos veces, me comentó con entusiasmo inusitado lo siguiente (lo replico tal cual; sus amigos del Combinado de Periódicos Granma podían haberle tirado el cabo en la edición y corrección, pero andan muy ocupados por unos flamboyanes que les podaron a la entrada del vetusto edificio colindante con la Plaza de la Revolución):
Muy hermosas tus reflexiones siempre tu vistes tus propios conceptos; pero ahora lo subes a las redes desde alla seguro que nada te puede suceder ese coraje que expresa en tu escrito nunca lo tuvistes cuando te encontrabas con nosotros en Cuba. Nosotros los que aún estamos aqui y que si es verdad estamos padeciendo necesidades, vicisitudes de todo tipo es a quienes nos pertenece decidir como y cuando debera terminar todo esta situacion. Las personas como tu que desde alla se quieren hacer los valientes diciendonos lo que tenemos que hacer sigan viviendo sus vidas felices repito aqui se sobran personas de coraje valientes e inteligentes para asumir nuestras propias decisiones continua viviendo tu vida porque a ti Cuba ni los cubanos nunca te han interesados ahora pretendes hacer politica aspiras a senador por casualidad alla el que no te conozca sigue viviendo tu dulce vida que fue por lo que abandonastes a nuestra Patria
Yo, que me ufano de ayudar a mis colegas de la tercera edad, le respondí:
Me encanta esa idea tuya. Dime cuándo y dónde podemos encontrarnos hoy mismo en esta Habana nuestra para discutir si aspiro a senador o diputado.
Ojalá a Esteban Gonzales y a mí nos quede después tiempo para, sin «Secons intenciones», cooperar también con lo de su jubilación.
