Por Jorge Sotero
La Habana.- El presidente de Cuba se reunió en las últimas horas con Alena Douhan, relatora especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre las repercusiones negativas de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de esos derechos y le ratificó la posición de Cuba, de alineamiento total con los mismos.
“Cuba está comprometida con todos los mecanismos de Naciones Unidas con relación a los derechos humanos”, dijo el presidente, según una extensa nota del diario Granma, escrita por una de sus periodistas de cabecera, de esas que no permiten que salga en los medios ninguna de esas tonterías que dice el mandatario.
El Hombre de la Limonada dice ahora que Cuba no solo está comprometida, sino que lo seguirá estando, y le comentó a la relatora que “estamos trabajando fuertemente en el marco jurídico que garantice los derechos que hemos reconocido en la última Constitución, aprobada por mayoría popular”, por supuesto.
Luego, en una de las fotos, aparece Douhan con los niños de la escuela especial Solidaridad con Panamá, una de las que tienen preparadas para llevar a cuantos visitantes extranjeros caen por La Habana para mostrarle las bondades del socialismo.
“Alena Douhan pudo apreciar la obra de profunda sensibilidad y amor en la escuela…” dice el pie de foto, otra obra maestra de la manipulación del castrismo, del cual Díaz Canel es su artífice principal en estos momentos y el que se presta para que tenga la cara limpia, solo que cada vez se le ensucia más.
El mandatario, recién reelecto para otro período de cinco años al frente del país, le explique a la funcionaria de ONU lo mismo de siempre: bloqueo, Ley Helms Burton, asfixia económica, la pandemia y agregó que todo “eso implicó que empezáramos a tener desabastecimiento de medicina, de combustible, de alimentos y se generó una situación muy compleja”.
Y yo me preguntó cómo se puede mentir con tanta facilidad, e inventar tantas historias juntas, tan bien hilvanadas, porque nada de eso que mencionó tiene que ver con la escasez en Cuba. Tengo que recordar que bloqueo hay desde principios de la década del 60, que la Ley Helms-Burton es una herencia de la Administración Clinton y que el coronavirus afectó a todo el mundo, no solo a Cuba.
No hay alimentos, ni medicinas ni combustible en Cuba por las políticas erráticas del gobierno. Porque, por décadas, la prioridad en las inversiones fue el turismo, hacia allí desviaron todos los recursos, se gastaron millones en hoteles y se descuidaron otras áreas, entre ellas la producción de alimentos.
Ahora tienen hoteles vacíos, porque los turistas no vienen o no quieren venir, y no hay cómo producir alimentos ni dinero para importarlos. Si los miles de millones de dólares que destinaron a llenar de hoteles de lujo los cayos, Varadero y La Habana los hubieran invertido en la agricultura y la ganadería, al menos tendrían algo que comer los cubanos.
Y encima de eso, la economía la rigen los militares a través del consorcio GAESA, controlada por la familia Castro, y ajena a cualquier tipo de control, por disposición de la cúpula castrista, que es la que decide todo en Cuba.
Y ahora viene Pinocho, como bien hacen en llamarle cada vez más personas, e intenta justificar los problemas de Cuba con bloqueos y leyes de fuera.
La funcionaria de la Comisión de Derechos Humanos, como no podía ser de otra forma, agradeció «el apoyo y la asistencia que Cuba ha brindado de manera constante a este mandato, que ha tenido lugar en medio de una situación cada vez más difícil para el mundo, porque cada vez son mayores las sanciones unilaterales que se aplican y van aumentando día a día».
Una vez más, como me ocurre siempre que leo estas cosas, me gustaría saber los lugares que visitó la delegación, las personas con las cuales se entrevistó, lo que pudo ver en Cuba, porque estoy seguro que el gobierno cubano y las embajadas de esos organismos en La Habana hicieron todo lo posible por taparle todo lo que pudiera ser medianamente dudoso.
Así ha sido siempre, incluso con la ONU, que se ha alineado al lado de Cuba, no ha criticado las violaciones constantes de los derechos humanos y le ha permitido usar sus foros como tribuna para validar sus crímenes. Y si lo dudan, escuchen el discurso del Che Guevara en al Asamblea General cuando dijo: “Hemos fusilado, fusilamos y seguiremos fusilando…” en relación con los horrendos crímenes cometidos al tomar el poder tras la caída de Batista.
Muchas personas en el mundo no lo saben y otras lo han olvidado, pero en Cuba se fusilaron personas por una denuncia de un individuo, sin pruebas, y tras un juicio sumarísimo que podía durar 10 minutos y sin posibilidad de defensa.
Y ahora viene Díaz Canel a decir que Cuba seguirá defendiendo los derechos humanos. Incluso, mientras mantiene presos a más de mil jóvenes por las protestas del 11 de julio, la mayoría de ellos sin que le probarán su implicación en hechos violentos.