La Habana.- El Castrismo, demasiado predecible en muchas ocasiones, de vez en cuando da un golpe de timón y no hay quien descifre sus claves, como ha sucedido en las últimas horas con el aplazamiento para el viernes de los programados desfiles del primero de mayo, Día Internacional de los Trabajadores.
A pesar de que la dictadura adujo que el primer día del mes estaría marcado por las lluvias y las pésimas condiciones del tiempo, como argumento para aplazar esas marchas, que se iban a realizar en cada municipio, y que en La Habana serían en el Malecón, en lugar de la plaza.
Algunos amigos no le encuentran explicación, ni yo tampoco, y estoy seguro de que no es la ausencia de combustible la causa del cambio de fecha. Algo hay detrás, que no sabemos, para que el gobierno comunista haya decidido cambiarlo todo para el viernes, y actuar de esa manera tan errática.
Aunque, eso sí, no hay que descartar temores a posibles levantamientos en alguna parte, ante la difícil situación que enfrenta el país con todo: combustibles, alimentos, medicinas, transporte, servicios de salud y educación, entre muchas otras cosas.
