(Tomado del muro de Facebook de Arturo Mesa)
La Habana.- Si por ahí te dicen que las crisis del capitalismo son cíclicas habría que definir a las nuestras como serpentínicas; das una vuelta y sale otra. Parece que vamos a salir de la miseria y cuando viramos la cara aparece una crisis peor.
Hay tal negatividad en la toma de decisiones que nada sale bien y ellos lo saben. ¡Que nadie piense que el Período Especial fue peor que esto porque ahora mismo en nuestra isla, por no haber, no hay ni vergüenza! Lo que somos civilizados y nadie se va a tirar a las calles, ya sea porque estamos en el siglo 21 y así no deberían resolverse las cosas o porque los colegas del Inmortal están tan enredados que ni el clima les hace caso y al final, hacemos memes de cada decisión.
Pero yo no vengo a hablar de crisis, todo lo contrario, vengo a hablar de vida. Y no es que uno quiera presentar lo que va logrando como exaltación del ego, pero sí como exaltación de un concepto de respeto a la vida, de energía positiva y perseverancia eterna.
Yo di pedales como loco cuando el Período Especial. San Miguel – Ciudad Libertad, Ciudad Libertad – San Miguel.
Por aquellos tiempos nos dieron una bicicleta y a dar clases se ha dicho. Luego vino otra crisis en la que repartí películas por todo San Miguel en distintos formatos; y siguieron llegando crisis y seguimos subsistiendo, hasta esta última epopeya en la que me movía de mi casa a la de mi esposa en bicicleta, once kilómetros.
Hoy, a mis 55, tuve la oportunidad de montarme en una bicicleta nuevamente, pero esta vez mirando un posible futuro. Y no es que me vaya a salir bien por default, pero entiendo que a la vida hay que entrarle con ganas, sin importar las circunstancias y para eso nada hay más importante que el poder de triunfos que tiene tu mente. Y triunfar no siempre es ser el primero, (aunque intentarlo nunca está de más). Se trata de positividad y entrega ante cada proyecto que uno se trace. Eso es la vida: proyectos.
Mientras estemos en crisis, tenemos que seguir levantándonos por el mero hecho de que somos uno y muchos. Tenemos que amar la vida y aprovechar el momento. Si nos toca pedalear, lo hacemos. Si no hay nada que hacer en la tarde, estudiamos francés o hacemos ejercicios o sacamos la licencia porque siempre habrá un futuro mas allá de un período de tristezas y esta gente tiene que haber entendido ya que fracasaron estrepitosamente lo que por no saber, no saben ni como abandonar el barco.
El empeño es determinante, esa energía, esa positividad y ese amor se transforman en bienestar en algún momento del camino. vete a darle un beso a tu pareja, a tu hija y decirle que todo irá bien. Esa fuerza en el pensamiento pone al poder de rodillas y no sabe qué hacer contigo. Todo lo que planifica le sale mal porque el engaño, el abuso y la manipulación son desencadenantes del mal, así como el odio, la violencia, y el desamor; y más temprano que tarde diluvia por sobre sus cabezas, mientras la energía que te persigue a ti, proviene del deseo de hacer un bien y de triunfar con tus propios recursos y con tu voluntad, que justamente es el camino trazado para la especie en la Tierra.
De estos tiempos se sale mientras más energías positivas acumulemos, mientras más sinceros expresemos nuestras angustias y mientras mejores seamos para con los nuestros. Pero hay que estar preparados para el momento determinante. Entrarle con fuerzas a la vida es como pedalear a los 55 como si acabaras de empezar una cuesta a la que vas a vencer, solo con el poder de tu mente. El aura de bienestar lo contagia todo por diseño divino, y en eso me gustaría creer; ¿y sabes qué? si esto nos sale bien, posiblemente podamos montar un recorrido posteriormente en español o quién sabe, puede que hasta en francés.