No cesan los feminicidios en Cuba

ARCHIVOSNo cesan los feminicidios en Cuba

Nueva Paz (Cuba).- Nueva Paz es un pueblo tranquilo, con calles destruidas como si hubieran estado sometidas a bombardeos constantes por mucho tiempo, y sus habitantes prefieren permanecer en sus casas para evitar el molesto polvo rojo que se levanta por doquier. Pero esa tranquilidad, esa calma aparente, se vio alterada en las últimas horas.

El asesinato de una joven a manos de su pareja cambió de pronto la aparente monotonía y dejó a los vecinos estupefactos, en un lugar donde todos se conocen, donde cada uno considera vecino a cualquier otro habitante.

Esta vez, la víctima fue Elisbel Lamorú Monjes la víctima. Otra más y ya suman 26 en lo que va de año en el país, una suma que crece aceleradamente y que está a punto de alcanzar las muertes por feminicidio del año anterior, incluso de duplicarla.

A finales de la semana anterior, el presidente cubano, Miguel Díaz Canel, aprovechó una reunión de mujeres en la ciudad de Santa Clara para hacer un llamado a frenar los feminicidios, pero ya sabemos cómo funcionan esas cosas en Cuba: en las reuniones se dicen muchas cosas, los presentes se rasgan las vestiduras, proponen soluciones que se le ocurrieron de pronto, pero luego cierran sus agendas y regresan a sus casas -a pasarla bien unos y a luchar la vida otros- y todo queda en eso.

Y como no podía ser diferente, tras la reunión, los casos de feminicidios continuaron. Y Georvenia Castellanos Ramírez y Elisbel Lamorú se convirtieron en las víctimas más recientes. La última, la muchacha de Nueva Paz, deja tres niños.

La primera murió en un hospital en Santiago de Cuba, como consecuencia de una golpiza que le propinó su pareja.

Los números siguen creciendo y ya son alarmantes. Y si caminas por las calles de este pueblo del este de Mayabeque todo hace indicar que los vecinos no saben que esas cosas vienen ocurriendo en todo el país desde hace rato, por el silencio de la prensa gubernamental, que no informa jamás sobre estos casos, tal vez para tapar la ineficiencia de los encargados de velar porque esto no ocurra o por seguir dando la imagen de país idílico y tranquilo que vende el régimen.

Acá la gente lamenta la muerte de la joven, lo siente por los niños, por los padres, los hermanos. Hay dolor y se nota, pero la vida sigue y, por desgracia, el caso de Elisbel no será el último.

Check out our other content

Check out other tags:

Most Popular Articles

Verified by MonsterInsights