Por Jorge Sotero
La Habana.- Esa manía del gobierno cubano de culpar a los demás de sus propios problemas, quedó clara una vez, cuando el presidente Miguel Díaz Canel dijo, en Santa Clara, a donde se ha traslado la cúpula gobernante en las últimas horas, que aquellos países con los cuales hay convenios también tienen una tensa situación energética y no han podido cumplir.
“Los países que tienen con nosotros determinados compromisos para suministrarnos gasolina a partir de los convenios que tenemos, han estado también en una situación energética compleja y no han podido cumplir esos compromisos”, así textualmente lo dice la edición de Granma, en un razonamiento del mandatario que nadie se cree, y que es muy sencillo de explicar.
Todos sabemos que uno de los principales productores y exportadores de combustibles del mundo es Rusia, cuyas exportaciones se han visto limitadas por las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea tras la invasión a Ucrania en febrero del año anterior. Pues bien, Rusia anda a la búsqueda de mercado para sus hidrocarburos y si no hay en Cuba es porque el gobierno no tiene cómo pagarle a los rusos.
La Rusia de Putin no es la URSS de Léonid Breznev, a la que solo había que decirle que las reservas de hidrocarburos solo daban para seis meses más, para que una flotilla de barcos emprendiera camino al Caribe. No, ahora hay que entrar con el dinero por delante y si no pagas, no tienes combustibles, por más que se reúnan los dos presidentes, que el gran negociador Ricardo Cabrisas visite Moscú un mes sí y otro también, o que venga a La Habana el más alto directivo de Rosneff.
Cuba no tiene combustible, porque no tiene dinero para pagarlo. Porque la gasolina sobra en medio mundo, solo hay que tener liquidez para comprarla, porque a los rusos, que yo sepa, no les importa el supuesto bloqueo estadounidense.
Pero es normal que Díaz Canel lo justifique todo. Y Granma le sirve de telón cada vez: “la situación no tiene que ver con problemáticas de nuestras instituciones energéticas, sino por esas razones, también muy objetivas, que han tenido países que nos suministran la gasolina”. Es risible la justificación, porque gasolina para autos hay de sobra en todos los países del mundo y donde único escasea es el segundo país con menos vehículos del mundo, Cuba, que solo tiene menos que Corea del Norte.
También es risible la justificación para la escasez de diésel. ·estaba garantizado el embarque que nos daba la continuidad en el suministro; sin embargo, el barco que arribó al puerto de Santiago de Cuba se rompió allí, lo cual impidió la descarga a tiempo de ese combustible, para que después continuara a otros puertos del país.
Al referirse a los apagones de los últimos días, dijo que estos han tenido que ver “con que hay un grupo importante de bloques de generación distribuida a los que no se les ha podido poner el diésel necesario”.
Eso sí, volvió a mandar un mensaje “esperanzador”: “en estos momentos existe un nivel alto de termoeléctricas a las que se les resuelven averías o están en mantenimiento, de modo que pueden trabajar con mayor eficiencia en la etapa en que la mayor parte de la población se encuentra de vacaciones, lo que ha obligado a depender más de la generación distribuida”.
Ay, Díaz Canel, qué manera de mentir la tuya, que manera de tapar deficiencias, de engañar al pueblo, de intentar sobrevivir a cualquier precio. Qué forma tan burda de intentar tapar tus errores y los de los Castro. ¿No les parece que ya es suficiente, que es hora de abdicar y dar paso a otros, para que prueben otras técnicas, otras estrategias, y den otras opciones a un pueblo cada vez más sometido y empobrecido? Piénsatelo.
