Oscar Durán
La Habana.- Estoy redactando estas líneas en medio de un apagón. A la laptop no le queda mucho de batería, pero sí la suficiente para decirle par de cosas a los incompetentes de Manuel Marrero Cruz y Ramiro Valdés Menéndez, por hablar lo que no es en la reunión de trabajo anual del Ministerio de Energía y Minas, donde analizaron las “proyecciones” para el 2023.
¿De qué proyecciones tú hablas, Marrero? Ahora mismo mi mujer le está echando aire con un abanico a mi hija porque no llega la corriente y ya es la 1:23 a.m. ¿Hasta cuándo es el abuso con el pueblo? Si asististe a esa reunión es para que reconocieras lo incapaces que son ustedes como Gobierno y le ofrecieran setenta disculpas al pueblo.
Descaradamente hablaste de estrategias para recuperar el Sistema Eléctrico Nacional. O sea, a seguir aguantando como mulos los apagones porque recién están trazando estrategias para eliminar los apagones. Es más, soltaron la “alentadora” noticia que en 2030 deben tener el 37 por ciento de energías mediante fuentes renovables. ¿Qué les parece?
El colmo del cinismo llegó cuando Marrero Cruz subrayó la importancia del control energético a todos los niveles para frenar el sobreconsumo de la demanda pactada en los horarios picos, tanto en el sector estatal como en el residencial.
La fiscalización debe empezar por ustedes. La corriente eléctrica en sus casas no se va y duermen placenteramente con Split y en camas con colchones de plumas. Ven aquí, Marrero, a mi barrio, para que sientas lo que es un apagón desde la 9:00 pm y ya son más de la medianoche y no llega.
Los asistentes a la cita seguramente estaban locos porque acabara la obra de teatro, sin embargo, llegó el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés y abogó por lograr que las nuevas generaciones se sientan realizadas y brinden sus conocimientos al servicio del país.
A ver, Ramiro, los jóvenes cubanos están enfrascados en conseguir 10 mil dólares para largarse de esa dictadura sangrienta. No pierdas el poco tiempo que te queda hablando tanta basura. Retírate y ponte a escribir sobre el por qué Fidel Castro traicionó a tu amigo del alma Ernesto Guevara.
Debo terminar. Dice mi laptop que solo quedan 10 minutos y se apagará por falta de carga. Mi hija llora en estos momentos, a mi esposa le duelen las manos de tanto moverlas con el abanico. Y yo, después de acabar aquí, voy a gritar por primera vez: “Marrero, Ramiro, par de singa´os”.