Por Anette Espinosa
La Habana.- En la madrugada del 4 de abril me desperté con la noticia de que Cuba había ganado el pleito en Londres al CFR I Limited, luego de que un tribunal estableciera que este no es acreedor del Estado de la nación caribeña. Así, más o menos, lo decía la agencia oficialista Prensa Latina, en un cable fechado en la capital británica y firmado por Humberto López.
Sin embargo, dos días después, el mismo medio dice que “Cuba apelará en mayo decisión de jueza británica sobre Banco Nacional”, tras lo cual me doy cuenta de que fui víctima de una burda manipulación, al estilo de lo que ocurre siempre que lees a un medio de prensa de la isla.
Todo tiene explicaciones, pero el lector poco avezado, o aquel que solo llega al titular o el lead, puede caer fácilmente en la trampa y pensar que el gobierno de La Habana obtuvo un rotundo triunfo en el tribunal londinense, que decidió sobre el caso.
La primera de las notas, la firmada por el despreciable vocero gubernamental, es un caso más de esos en los cuales te cuesta entender, porque el que escribe lo hace muy mal y solo trata de confundir y crear la falsa imagen de que Cuba fue demandada injustamente por algo en lo cual no tiene responsabilidad absoluta.
Incluso, advierte en la primera de las notas, que la decisión de la jueza Sara Cockerill, encargada del caso “ratifica que CFR -al que ellos llaman fondo buitre- es un extraño en los instrumentos financieros que reclamaba contra el país antillano y no le asistía el derecho a establecer la demanda en Londres”.
Y agregaba que “la República de Cuba es, por tanto, inmune a la jurisdicción inglesa y no tiene obligación alguna de responder con su patrimonio ante esta demanda… lo que significa que Cuba queda fuera del pleito”.
La primera de las notas, la fecha el 4 de abril y firmada por López, insistimos, decía que “en lo adelante el proceso continuará solamente contra el BNC (Banco Central de Cuba), que tendrá derecho a establecer las reclamaciones que permita la ley inglesa.
Hoy, sin embargo, la referida agencia titula que “Cuba apelará en mayo decisión de jueza británica sobre el Banco Nacional” y agrega que el ministro de Justicia de la isla, Oscar Silvera, ratificó que la defensa del BNC recurrirá a la apelación sobre la decisión de la jueza británica acerca de la demanda de CRF I Limited.
No me trago aquello de que Cuba ganó y el imputado ahora es el BNC, como si la entidad bancaria fuera independiente y no tuviera relación alguna con el gobierno de La Habana.
El segundo de los despachos ofrece la versión cubana sobre supuestas irregularidades en el proceso y, como siempre, hacen el papel de humildes ovejas perseguidas por lobos con la intención de perjudicar a Cuba.
Cuba apelará en mayo decisión de jueza británica sobre Banco Nacional
Según Silvera, “lo que se perseguía, como se confirmó a través de un correo electrónico presentado como prueba en la corte, era una condena contra el Estado cubano para obligarlo a sentarse a negociar o impedirle el acceso a los flujos financieros internacionales”.
En respuesta a Silvera, puedo decir que Cuba aún no ha sido sancionada, aunque pudiera serlo, porque una condena al BNC sería al mismo gobierno, y, en cuanto a lo otro: desde hace mucho tiempo el castrismo no tiene acceso a créditos internacionales, cuando no sea alguno iraní o ruso, sobre todo porque La Habana no cumple sus compromisos.
La nota de Prensa Latina termina con unas palabras del ministro, en las que dice que “en ese objetivo, enmarcado dentro de una política agresiva, no tuvieron éxito, y no lo tuvieron porque en estos tres años -los que ha durado el proceso en Londres- hemos defendido la fuerza de la verdad y la razón. Con esa verdad seguiremos en este proceso judicial”.
Y a esto yo le agregaría que más allá de la verdad necesitarás pruebas para demostrar que el Estado cubano no está detrás del BNC. Por ahora, solo la jueza dijo no a la cuestión sobre si el Estado cubano era garante y podía ser demandado, pero en otros tres aspectos, les dio la razón a los demandantes.
Por ejemplo, dejó claro que el CRF I Limited podía demandar en el Reino Unido, que la deuda fue correctamente transferida al referido fondo, y, sobre todo, que el Banco Central de Cuba podía ser demandado.
Lo de engañar -o intenarlo- a la opinión pública es viejo en los medios castristas. Solo que la mayoría de las veces son sus mismos voceros los que se tiran las heces encima con sus publicaciones.