Oscar Durán
Cuando el equipo Cuba llegó a La Habana, después de la entrada a palo que le dio Estados Unidos en las semifinales del Clásico Mundial de Béisbol, los peloteros fueron recibidos en el Coliseo de la Ciudad Deportiva. Posiblemente, el jugador más aclamado por los presentes fue el lanzador Yariel Rodríguez. Hasta héroe lo llamaron.
Sin embargo, Rodríguez pasó a la lista de traidores del régimen castrista de un día para otro. El muchacho decidió romper sus vínculos con la Federación Cubana de Béisbol y emprendió viaje a República Dominicana para firmar con un equipo de la Major League Baseball (MLB).
El Vigía de Cuba se hizo eco de esta información, pero vamos a detenernos en un punto: ¿cómo pasa una persona en Cuba de ser héroe a traidor en un abrir y cerrar de ojos? La dictadura no tiene filtro con nadie. Cuando le haces lo más mínimo, sin importar el pasado, te tiran a arrancarte la cabeza. A José Ariel Contreras lo comparó Fidel Castro con el Titán de Bronce, y después fue un vende patria y traidor.
El régimen no tiene cara para decirle traidor a ningún cubano. Los únicos traidores han sido ellos que llevan más de 60 años anclados en el poder y no han sido capaces de arreglar la isla. Es verdad que Yariel tiene un contrato, plasmó su firma y debe cumplir las cláusulas, pero la Federación Cubana no puede exigir 10 millones de dólares cuando es la primera en no tener transparencia con los peloteros y explotarlos como siempre lo ha hecho.
Este tema de las firmas con equipos profesionales es una mala política. El Gobierno no puede estar metido en eso, debe ser el jugador con un abogado que lo represente y, de acuerdo a su ganancia, le pague un por ciento al Estado como se hace en el mundo entero.
Dedíquense mejor a desarrollar el béisbol y no a politizar las cosas. O mejor, si van a politizar algo, que sea la comida, los servicios médicos, el transporte, la educación. Eso es lo que le interesa al pueblo.
La FCB quiere dinero, pero las Series Provinciales se juegan con pelotas forradas de esparadrapo, los estadios cabeceras no tienen alumbrado eléctrico, el pelotero juega con 34 grados Celsius y con un pan viejo en el estómago.
Ojalá y esos 10 millones no lleguen a Cuba. Como mismo el régimen es puntual para exigir sus pagos, ¿por qué no son puntuales en pagar la deuda externa que contrajo Fidel Castro desde que tomó el poder? Para eso sí son continuidad, para exigir dinero y no pagar lo que deben. ¿Cuánto deberían abonarle a los cubanos por daños y perjuicios en 64 años?
Por eso, Yariel Rodríguez no es un traidor. Los traidores son ustedes, dictadores asesinos.
