Oscar Durán
Manuel Marrero Cruz, Primer Ministro de la dictadura castrista, acaba de afirmar en la reunión de balance anual del Ministerio del Turismo (Mintur) que la situación actual de Cuba necesita de los ingresos de ese sector estatal para generar más divisas y resolver los problemas del pueblo.
Esta gente hace rato sobrepasó el colmo del descaro. No ponen una. Ahora este señor viene con el discurso de que es imprescindible tener bien establecidas las prioridades de trabajo; dejar a un lado el concepto de «así es como siempre lo hemos hecho», porque estamos obligados a hacer cosas diferentes; y revisar y establecer un sistema de trabajo diferente y a tono con los tiempos que vivimos, para que de verdad se logren mayores impactos y resultados en el Turismo.
Marrero, ese trabalenguas te lo puedes guardar. El pueblo quiere oír de tu boca otras cosas y no estos panfletos redactados desde 1990. Por ejemplo, al cubano le vendría bien levantarse con la noticia de que habrá carne de cerdo en todos los establecimientos del estado y se podrá comprar por un precio módico. Ahí te tomaremos en serio, Ministro.
Está bueno de la muela básica. Que si el bloqueo, que si la coyuntura económica internacional, que si el incremento de las medidas coercitivas de Estados Unidos, que si Trump, que si Biden. ¿No se dan cuenta que aquí el problema son ustedes y sus incapacidades?
Entiéndelo, Marrero: jama, eso es lo que necesita el pueblo cubano. A nadie le interesa si entraron tantos rusos en el primer mes del año, o si Varadero recibió 300 turistas al día. Muchos menos si cumplieron o no el plan de ingreso de extranjeros a la isla. Preocúpate por mejorar las condiciones de los hospitales y las escuelas, vaya.
El también Miembro del Buró Político instó a promover cuadros emprendedores. Uno de los presentes tuvo muchas ganas de interrumpirlo para decirle: “debemos buscarlos en Miami, todos se nos fueron”. Sabemos que nadie lo interrumpió, no hizo falta. Él mismo, desde sus adentros, sabe que no encontrará un emprendedor a la redonda.
El año que viene volverá la misma reunión e invitarán de nuevo a Manuel Marrero a pronunciar el mismo discurso vacío. Nosotros estaremos aquí para recordarle que a Cuba no le hace falta turismo. Le hace falta comida.