Por Anette Espinosa
La Habana.- La joven Rosyeilis de Armas Rodríguez dio un paso importante al hacer pública la violación que sufrió por parte del camionero Luis Ángel Rivera Mena. Con su actitud sacó a la luz uno de esos casos en los cuales el castrismo protege a la familia de los miembros de su cohorte. Y lo hizo tan bien que al menos no tuvieron otra opción que arrestarlo.
De Armas Rodríguez, de 19 años de edad, en un hilo en twitter, denunció que su victimario seguía en la calle, en libertad, porque tenía un hermano coronel, llamado Leonardo Rivera Mena, que hizo todo lo posible porque el presunto violador no entrara en la cárcel. Sus palabras, en las cuales etiquetó al dictador Díaz Canel, dejaron en evidencia a la Policía y a la Fiscalía, porque sus acciones surtieron efecto.
Al final, el presunto violador fue arrestado. No se sabe si lo mantendrán en prisión o si lo mandarán para su casa a esperar el avance de las supuestas investigaciones, pero lo cierto es que con Luis Ángel Rivera Mena funcionó lo de la denuncia.
Tampoco podía permanecer en silencio el gobierno. Había sido emplazado el gobernante, ese mismo que se pasa el día posteando en redes sociales, y que no olvida ninguna efemérides, ni la más pequeña o insignificante, y cuyo equipo rastrea cada día infinidad de frases de Fidel Castro, para hacer ver que su ideal es defendido a capa y espada, sin importar que sea la causa principal de los sufrimientos del pueblo cubano.
Desconozco cómo se manejó el caso del camionero acusado por la joven artemiseña. Pero apuesto a que los pasos que ella dio no sentaron bien a los dirigentes cubanos. Tal vez en unos días la llamen para saber si está satisfecha, pero el objetivo final de la llamada -no telefónica- será para decirle que no hay necesidad de airear esas cosas, que se pueden resolver de otra manera, sin darle bombos y platillos.
Pondría la mano en la candela porque eso ocurrirá. Y también apostaría a que las pruebas que le hicieron a la joven cuando hizo la acusación se perdieron. Es la forma de actuar del castrismo: esconden las pruebas que no les convienen y se inventan otras, según sea el caso. Y fe de ello pueden dar todos los jóvenes enjuiciados por los sucesos del 11 de julio de 2021.
Este caso no terminará con la detención del camionero, hermano de un alto dirigente del Partido Comunista en la provincia de Pinar del Río. Saldrán otras cosas en las redes, la gente comentará, y se aireará el tema, pero me gustaría saber si es necesario que una mujer que ha sido violada -y pogamos que supuestamente, porque aún nadie ha sido setenciado y debemos creer en la presunción de inocencia- tenga que acudir a las redes sociales y emplazar al que, también supuestamente, más manda en el país, para que los responsables se hagan cargo del caso.
Para mí es una verguenza infinita. Y una muestra más de que en Cuba muchas personas están por encima de la ley. Y el caso de la violación en la autopista de Pinar del Río no es el único donde un familiar con vínculos en las esferas gubernamentales es protegido en un intento de evadir la justicia.
No es el primer caso. Ni tampoco será el último.