El Gobierno cubano analiza el trabajo de… el Gobierno

ARCHIVOSEl Gobierno cubano analiza el trabajo de… el Gobierno

Por Anette Espinosa

La Habana.- Si eres de esas personas que sigue la realidad cubana, sabrás que no te puedes sorprender por las cosas que ocurren en la isla, y mucho menos por las que se publican, como una noticia de la agencia oficialista Prensa Latina, que habla de un análisis del sistema de trabajo del Gobierno por el Consejo de Ministros.

La referida agencia toma como fuente una nota de la Presidencia del país para decir que los encargados de gobernar analizaron el perfeccionamiento de su sistema de trabajo. Y yo, que siempre dudo de todo, intento encontrarle lógica a lo que ocurrió pero no se lo encuentro, porque me suena a algo así como que los mismo que gobiernan se analizan, aunque en Cuba no queda claro quién ejerce el poder, cuando no sean los Castro.

El impuesto presidente, Miguel Díaz Canel, se tomó un respiro de sus constantes idas y venidas a Santa Clara, donde intenta agradar a sus pobladores de cara a la próxima farsa electoral, participó en la reunión y dio su opinión, y dijo algo así como que “es necesaria una mayor vinculación con la base y dar seguimiento a los problemas de la ciudadanía”.

No es la frase aquella de que ‘la limonada es la base de todo’, pero puede competir con cualquiera, lo mismo que una del primer ministro, Manuel Marrero, quien dijo que “las circunstancias por las que atraviesa el país requieren de una reformulación del sistema de trabajo del Gobierno para lograr ‘que la actividad ejecutivo-administrativa propicie la conducción de la atención a las prioridades definidas por el país’”.

Algo extraño ve Marrero. Las cosas, al parecer no le cuadran y está pidiendo cambios o reformulaciones, y habló de unas supuestas medidas, de las cuales no explica la nota, que “buscan facilitar el desempeño de las actividades de los organismos de la administración central del Estado, las entidades nacionales y las administraciones locales”.

Y cuando llegó a ese párrafo, vuelvo a perder el rumbo, porque mira que hace tiempo que el gobierno cubano trabaja para facilitar -valga la redundancia- el trabajo de los organismos de la administración central del Estado.

Incluso, puede parecer contradictorio que diga que “el sistema de trabajo del Gobierno está en constante actualización y que para observar resultados en función de la ciudadanía se debe planificar, establecer metas, las cuales permitan comprobar la efectividad de las acciones realizadas”. Así dice la nota de Prensa Latina en referencia a las palabras del tal Marrero, y el asombrado lector vuelve a quedarse en ascuas, porque parece que hasta ahora no han planificado nunca nada, ni se han propuesto metas, que es lo que más han hecho, aunque sin cumplirlas.

Luego dijo el primer ministro que es “fundamental el cambio de mentalidad de los cuadros y su capacidad para aprovechar la inteligencia colectiva en la búsqueda de soluciones”.

En fin, todavía, después de 64 años, siguen intentando cambiar la mentalidad de los que dirigen, es decir, de ellos mismos. Y agrega, “’Nuestros cuadros no pueden tener miedo de ir al encuentro de la población, de los trabajadores; nuestros cuadros tienen que llegar a donde están las inquietudes y las inconformidades de los colectivos para poder darles respuestas’”.

Son cosas de risa. Debe ser difícil para el equipo de prensa del gobierno cubano escribir sobre estos temas, y mucho más complicado para una agencia de noticias reseñarlo, porque no tengo dudas de que en esos lugares no entran ni los periodistas oficialistas, por temor a que se vaya alguno de los gazapos habituales del impuesto presidente.

Pero si creías que ahí había terminado todo, te digo que no. Hay más, como unas palabras de Alejandro Gil, quien, como siempre, volvió a sacar a relucir su optimismo y dijo que se evidenció un ligero crecimiento económico, aunque agregó la coletilla de siempre, de que queda mucho para conseguir lo planeado.

¿Dónde fue el crecimiento? En nada que se coma, ni que se use para vestirse o para construir viviendas. Fue solo en el níquel, el carbón vegetal y el tabaco. Aaah, y la miel. Claro, en la miel porque trabajan las abejas, porque si fuera una actividad controlada por el gobierno, enseguida crecerían de manera desmedida los zánganos y la colmena se iría a pique, como se fue la isla desde hace mucho tiempo.

 

Check out our other content

Check out other tags:

Most Popular Articles

Verified by MonsterInsights