Por Oscar Durán
Los apagones continúan en Cuba, pero Raúl Castro arribó este sábado a Venezuela y se llevó a Vicente de la O Levy, ministro de Energía y Minas. El motivo del viaje es para conmemorar los 10 años de la muerte de Hugo Chávez. Verdaderamente no entiendo qué hace de la O Levy en esa comitiva, aunque, para ser sincero, da lo mismo. El desastre energético es tan complicado en la isla que la ausencia del ministro no se notará. Hasta ahora, nada ha hecho por resolver el problema. A fin de cuentas, ni él mismo sabe el embarque que le dieron al aceptar el cargo de un ministerio tan complicado a día de hoy.
Por lo menos cogió un viajecito para relajarse en un lujoso hotel de Caracas. Junto a él también volaron el viceprimer ministro Ramiro Valdés Menéndez, el primer ministro Manuel Marrero y el canciller Bruno Rodríguez Parrilla.
Integran además la delegación José Ángel Portal Miranda, ministro de Salud Pública; Josefina Vidal Ferreiro, viceministra de Relaciones Exteriores; Roberto López, viceministro del MINCEX; y Dagoberto Rodríguez Barrera, embajador en Venezuela.
La presencia de Raúl Castro en tierras venezolanas ha causado sorpresa. Después de retirarse de las filas del Partido y nombrar a Miguel Díaz Canel como presidente, son esporádicas las apariciones públicas del dictador cubano.
Para este domingo está previsto el homenaje a Chávez. Las autoridades de Caracas organizaron ocho puntos en la capital desde donde saldrán en horario escalonado en peregrinación mujeres, hombres, niños y el pueblo simpatizante con el gobierno chavista.