Por Oscar Durán
Joe Biden acaba de mantener a Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, según se dio a conocer este martes. La noticia no cayó bien dentro del gobierno de la isla y arremetieron contra la administración Biden.
Si en algún momento Miguel Diaz Canel y sus compinches pensaron que el actual mandatario estadounidense iba actuar como lo hizo Barack Obama, cuando eliminó a Cuba de la lista, se equivocaron rotundamente.
Estados Unidos tiene bien claro que durante décadas, la dictadura castrista ha alimentado, albergado y brindado atención médica a homicidas, fabricantes de explosivos y secuestradores, mientras muchos cubanos pasan hambre, no tienen vivienda y carecen de medicamentos básicos, reseña el informe del Departamento de Estado.
También, es necesario recordar cómo la Mayor de las Antillas ha rechazado los pedidos de Colombia de extraditar a 10 líderes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que viven en La Habana, luego de que el grupo se atribuyera responsabilidad por el atentado con explosivos perpetrado en enero de 2019 en una escuela de cadetes de policía en Bogotá, en el que murieron 22 personas y más de 87 resultaron heridas.
Además, y no menos importante, el régimen cubano acoge a varios fugitivos de la justicia de EE.UU. que son buscados o han sido condenados por cargos de violencia política, y muchos de los cuales han residido en Cuba durante décadas.
Por ejemplo, se ha negado extraditar a Joanne Chesimard, que se encuentra en la Lista de Terroristas Más Buscados del FBI por ejecutar al policía del estado de Nueva Jersey, Werner Foerster, en 1973; Ishmael LaBeet, condenado por matar a ocho personas en las Islas Vírgenes de EE.UU. en 1972; Charles Lee Hill, acusado de asesinar en el estado de Nuevo México al policía Robert Rosenbloom en 1971; entre otras personas.
Vale destacar que el aparato de inteligencia y seguridad cubanos se ha infiltrado en las fuerzas de seguridad y militares de Venezuela y ha ayudado a Nicolás Maduro a mantener el control férreo sobre su población, al tiempo que permite operar organizaciones terroristas.
Con estos elementos es suficiente para mantener a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo, donde permanece desde 1982 cuando el presidente Ronald Regan decidió incluirla por primera vez.
En el segundo mandato de Obama, específicamente en 2015, Cuba fue sacada de la lista en un intento de normalizar las relaciones bilaterales, pero llegó Donald Trump al poder y volvió a ubicar a la isla en la llamada lista negra.
Esta clasificación incluye “sanciones a las personas y a los países que realicen ciertas actividades de comercio con Cuba”, según destaca el Departamento de Estado.
Washington incluye entre los grupos designados como terroristas en América Latina al ELN y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP), a la Segunda Marquetalia y a Sendero Luminoso, de Perú.
Los únicos países sancionados como terroristas son, además de Cuba, Irán, Corea del Norte y Siria.
