Por José «Pepe» Centella
Port Saint Lucie, Fl.- La administración de Joe Baiden y sus instituciones están decididos a llevar a EEUU a la debacle económica no solo elevando el techo de la deuda sino que derrocha el costoso armamento moderno para supuestamente defender los intereses nacionales.
El ya manido show del Globo Chino volando placenteramente por territorio norteamericano no solo tardó días en ser derribado, sino que se hizo sin tomar en cuenta los protocolos de acción para esos casos. O ese relato era una cortina de humo o realmente el brazo armado estadounidense está en manos de ineptos y aduladores del gobierno.
No contentos con ese ridículo, el Pentágono cometió otro alarde de despilfarro a solo horas del derribo del supuesto globo espía, pero está vez frente a las costas de Alaska. Voceros del brazo armado dijeron que actuaron sin respetar los protocolos porque era “un asunto de seguridad nacional”.
Pero el tal OVNI con el que trataron de minimizar el descarrilamiento de un tren con desechos nucleares en Ohio, resultó ser un globo no profesional para las mediciones del clima, perteneciente a un grupo de entusiastas de la meteorología que, tras el derribo, se dió cuenta que en la pantalla de monitoreo una de sus unidades había desaparecido casualmente dónde el Pentágono ejecutó el derribo del supuesto OVNI.
Lo curioso es que para derribar ese artefacto volador de un costo de 12 dólares, el Pentágono utilizó un misil valorado en 400 mil dólares.
El grupo llamado Brigada BottleCap del Norte de Illinois (NIBBB por sus siglas en inglés) ha expuesto que el globo, con un costo de 12 dólares, insistimos, que volaba a unos 40 mil pies de altura, despareció del radar a escasos segundos de que el Pentagono disparó el misil AIM- 9X en las mismas coordenadas en las que desapareció el globo meteorológico.
Según el coordinador de Comunicaciones Estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional de EE. UU., John Kirby, la Casa Blanca está al tanto de la situación, a pesar de que el Pentágono se niega a afirmar que el misil costó tanto dinero.
“No tenemos nada que proporcionar sobre esto”, dijo un portavoz del Departamento de Defensa (DOD) en un correo electrónico.
Por su parte, el NIBBB ha afirmado que es común que un globo de este tipo se quede sin transmisión durante varios días seguidos, pero que se puede saber con exactitud qué sucedió si se recogen las partes derribadas, cosa que el Pentagono se negó a hacer.
Este suceso es otra muestra que indica que hay serios problemas de credibilidad y efectividad de lo que hasta hoy conocemos como el Ejército más poderoso del mundo.
La administración Biden está conduciendo a los militares a un callejón sin salida desde que sufrieron la más estrenduosa derrota en Afganistán, dónde el ejército Talibán se quedó con prácticamente todo el arsenal de guerra norteamericano destacado en ese país y obligó a EEUU a una vergonzosa retirada militar.
Ahora, además de involucrarse en una guerra como la de Ucrania, dónde el envío de armas, municiones y tecnología militar es cada vez mayor, la capacidad defensiva puede verse comprometida seriamente.
Si a esto sumamos que para desviar la atención de un suceso catastrófico como el de Ohio, usamos un misil de 400 mil dólares para tumbar un globo amateur, confundiéndolo con un OVNI, entonces, el último que apague la luz y, de paso, tire la llave por la ventana.