Las lecciones del terremoto en Turquía para los cubanos

ARCHIVOSLas lecciones del terremoto en Turquía para los cubanos

Anette Espinosa
La Habana.-Dos sismos asolaron en la madrugada del lunes regiones de Turquía y Siria. Hasta ahora se ha confirmado la muerte de más de nueve mil personas, en tanto los heridos llegan a 50 mil, y se desconoce la cantidad de desaparecidos, en medio de ingentes acciones de muchos países por ayudar en las labores de rescate.
Ante lo calamitoso de la situación, el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, tomó un grupo de medidas, pero una, sobre todas, pudiera servirle de ejemplo a los que dirigen a Cuba. Por lo menos deberían tomarla en cuenta para esos momentos de catástrofes que vive la isla de vez en vez.
Erdogan advirtió que los afectados por el movimiento telúrico serían alojados en hoteles de las provincias de Antalya, Alanya y Mersin. Así, sin más, el gobierno toma determinaciones sobre instalaciones que no son suyas, ni del pueblo, como se cansa de decir el gobierno cubano. El gobierno turco pagará por hospedar a esas personas en esos alojamientos y ya. Así se hace.
En Cuba, hay que recordarlo, cuando pasa un ciclón, un tornado, u ocurre algún accidente que obliga a las personas a salir de sus casas, los meten en casas de vecinos, los alojan en escuelas, o los dejan que busquen los mismos afectados un lugar donde guarecerse, con lo complicado que puede ser en la isla hasta encontrar un trozo de nylon o un a plancha de fibrocem.
Cuando la pandemia de coronavirus, para citar el más vergonzoso de los caso, los pacientes, incluyendo algunos graves, fueron llevados a bases de campismo, a escuelas, a almacenes que estaban vacíos, pero jamás a un hotel, porque para las instalaciones turísticas tuvo -y tiene- el gobierno otros planes, y ninguno de ellos tiene en cuenta al pueblo. Y eso que, en su mayoría, son del gobierno, que no tendría que hacer ningún gasto extra para hospedarlos allí.
Solo algunos que regresaban del exterior -cuando la época del coronavirus, insisto- se alojaban en los hoteles, pero previo pago de una suma cuantiosa por una estancia obligatoria, en una artimaña más de los castro y sus herederos por sacarle el dinero al cubano.
Esos que llegaban del extranjero y se alojaban en los hoteles, los de más baja reputación en todas las zonas, no recibían el trato de huéspedes, sino el de prisioneros. Las comidas parecían de escuela al campo, por la dosificación y la calidad, y cuentan que en algunos lugares no podías protestar porque los mismos trabajadores se encargaban de que fuera peor en los días de estancia que te quedaban.
Aquello de que «lo que se recauda aquí es para el pueblo», como reza un cartel en la entrada de Varadero, hace mucho tiempo que no se lo cree nadie, y salvo cuando lo del Saratoga, que alojaron a algunos vecinos en la Villa Panamericana, creo, nunca Cuba ha puesto sus instalaciones al servicio del pueblo. A los Castro que mandan, y al presidente de turno, impuesto por ellos, les valdría mirar lo que hizo el presidente turco y tomarlo como ejemplo para un futuro que ojalá nunca llegue.
En Cuba, el gobierno que dice ser del pueblo, cuida más las instalaciones hoteleras para los visitantes extranjeros que el mismo bienestar de su población. Lo de los hoteles es solo un ejemplo, uno más. En otros no vale la pena entrar, porque todo el mundo sabe que en nuestra isla solo cuenta una familia y si no llevas ese apellido no disfrutarás nunca de cosas que en el mundo entero son normales.

Y no voy a hacer una relación, porque no vale la pena. Solo le pido al impuesto presidente que tome el ejemplo de Turquía. Que en esos viajes a Ankara a alquilar barcos generadores de electricidad, que se fijen sus enviados en otras cosas.

Check out our other content

Check out other tags:

Most Popular Articles

Verified by MonsterInsights