Por Anette Espinosa
El próximo 12 de abril se cumplen cuatro años del secuestro en Kenya de dos médicos cubanos. Desde entonces, ambos galenos permanecen como reos del grupo yihadista Al Shabab, sin que el gobierno de La Habana haya hecho mucho por su liberación y posterior regreso junto a sus familiares.
Solo de vez en cuando, generalmente cuando lo recuerdan, los que llevan la cuenta de twitter del presidente de Cuba hacen alguna referencia a los dos especialistas cautivos, por los cuales el referido grupo terrorista pidió un rescate de 1.5 millones de dólares, una suma relativamente baja para un país, por muy pobre y endeudado que esté.
Hasta hace poco no había pruebas de que estuvieran con vida, pese a lo cual el gobierno cubano aseguró que hacía todos los esfuerzos posibles para que el cirujano Landy Rodríguez Hernández y el especialista en medicina general Assel Herrera Correa regresaran al país.
Esos «esfuerzos posibles» son solo diplomáticos, gestiones con terceros, presiones a Nairobi, pero nada más. A nadie en Cuba se le ha ocurrido coger un maletín con millón y medio de dólares y salir del país con la intención de traerlos de verdad de regreso.
Claro, ni Landy, de Villa Clara, ni Assel, de las Tunas, son familiares de ningún personaje importante del gobierno cubano, porque, de haber sido así, hace rato que ya hubiera aparecido el dinero para pagar el rescate de ambos a Al Shabab. A fin de cuentas, insisto, no es una cantidad tan grande, y solo bastaría con recortarle un poco el presupuesto a La Rinconada, la mansión enorme donde viven Raúl Castro y su familia, para resolver el problema.
Aquello de Díaz Canel en twitter de que «Hoy se cumplen tres años del secuestro de nuestros médicos Assel y Landy. Continuamos infatigablemente realizando gestiones para su regreso seguro a la Patria junto a sus familias», nadie se lo cree. De lo contrario, que saquen a la luz las gestiones que han hecho los negociadores para su libertad, las presiones a Kenya para que ponga el dinero… algo que demuestre que se ocupan de verdad de los galenos secuestrados.
A fin de cuentas, la responsabilidad por la vida de los médicos es del gobierno de Cuba, porque fue quien -ministerio de Salud Pública mediante- los envió a aquellas tierras. Por lo tanto, le corresponde a los Díaz Canel y compañía traerlos de vuelta, sin sacar muchas otras cuentas.
Eso sí, el gobierno cubano sabe que si pagan millón y medio por el rescate de Landy y Assel, todos los médicos que están en el exterior -que son muchos- corren el riesgo de ser raptados para pedir sumas importantes por ellos. Y ese es solo un problema. El otro pasa por la situación actual de ambos galenos, porque nadie sabe si luego de que Al Shabab los libere, quieran volver a Cuba o no.
Los cubanos de cualquier parte del mundo conocen que la situación en el país está al borde de la catástrofe, y tal vez ambos decidan seguir su rumbo hacia otros lugares, algo a lo que le tienen un miedo atroz desde La Habana.
Ambos médicos deben saber también que el ministerio de Salud Pública eliminará los permisos de salida al exterior para sus empleados, porque el país se queda sin personal sanitario, y hasta una brigada de galenos guantanameros fue enviada a Ciego de Ávila por la escasez de personal en la provincia central.
Nada, parece que lo de los médicos secuestrados por Al Shabab será como aquellas líneas que bateaba Luis Giraldo Casanova cuando jugaba… pica y se extiende.
Solo de vez en cuando, generalmente cuando lo recuerdan, los que llevan la cuenta de twitter del presidente de Cuba hacen alguna referencia a los dos especialistas cautivos, por los cuales el referido grupo terrorista pidió un rescate de 1.5 millones de dólares, una suma relativamente baja para un país, por muy pobre y endeudado que esté.
Hasta hace poco no había pruebas de que estuvieran con vida, pese a lo cual el gobierno cubano aseguró que hacía todos los esfuerzos posibles para que el cirujano Landy Rodríguez Hernández y el especialista en medicina general Assel Herrera Correa regresaran al país.
Esos «esfuerzos posibles» son solo diplomáticos, gestiones con terceros, presiones a Nairobi, pero nada más. A nadie en Cuba se le ha ocurrido coger un maletín con millón y medio de dólares y salir del país con la intención de traerlos de verdad de regreso.
Claro, ni Landy, de Villa Clara, ni Assel, de las Tunas, son familiares de ningún personaje importante del gobierno cubano, porque, de haber sido así, hace rato que ya hubiera aparecido el dinero para pagar el rescate de ambos a Al Shabab. A fin de cuentas, insisto, no es una cantidad tan grande, y solo bastaría con recortarle un poco el presupuesto a La Rinconada, la mansión enorme donde viven Raúl Castro y su familia, para resolver el problema.
Aquello de Díaz Canel en twitter de que «Hoy se cumplen tres años del secuestro de nuestros médicos Assel y Landy. Continuamos infatigablemente realizando gestiones para su regreso seguro a la Patria junto a sus familias», nadie se lo cree. De lo contrario, que saquen a la luz las gestiones que han hecho los negociadores para su libertad, las presiones a Kenya para que ponga el dinero… algo que demuestre que se ocupan de verdad de los galenos secuestrados.
A fin de cuentas, la responsabilidad por la vida de los médicos es del gobierno de Cuba, porque fue quien -ministerio de Salud Pública mediante- los envió a aquellas tierras. Por lo tanto, le corresponde a los Díaz Canel y compañía traerlos de vuelta, sin sacar muchas otras cuentas.
Eso sí, el gobierno cubano sabe que si pagan millón y medio por el rescate de Landy y Assel, todos los médicos que están en el exterior -que son muchos- corren el riesgo de ser raptados para pedir sumas importantes por ellos. Y ese es solo un problema. El otro pasa por la situación actual de ambos galenos, porque nadie sabe si luego de que Al Shabab los libere, quieran volver a Cuba o no.
Los cubanos de cualquier parte del mundo conocen que la situación en el país está al borde de la catástrofe, y tal vez ambos decidan seguir su rumbo hacia otros lugares, algo a lo que le tienen un miedo atroz desde La Habana.
Ambos médicos deben saber también que el ministerio de Salud Pública eliminará los permisos de salida al exterior para sus empleados, porque el país se queda sin personal sanitario, y hasta una brigada de galenos guantanameros fue enviada a Ciego de Ávila por la escasez de personal en la provincia central.
Nada, parece que lo de los médicos secuestrados por Al Shabab será como aquellas líneas que bateaba Luis Giraldo Casanova cuando jugaba… pica y se extiende.
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