¿Veremos a Rosita y a Boronat trabajando en McDonald’s? Trump dijo que eliminará la USAID.

El Dedo Puesto¿Veremos a Rosita y a Boronat trabajando en McDonald’s? Trump dijo que eliminará la USAID.

Por Lisbet Mejías con información de NewsMax.

Miami, FL.- Lo advertimos tan temprano como a inicios de este año tras el envío de una carta a Elon Musk una vez que fue nombrado director del DOGE, el nuevo departamento para el control del gasto federal. La USAID debe replantearse el dinero que otorga a las organizaciones del exilio que dicen llevarán la libertad y la democracia a la isla. No sé si Elon Musk leyó mi carta, pero si no lo hizo, igual yo presentí que haría justicia cortando la tubería de dinero a esas organizaciones que no han tenido resultados en más de 62 años. Y para muestra, acaba de anunciar que Trump quiere cerrarla y ha ordenado a sus trabajadores ausentarse de sus oficinas.

El antecedente del escándalo destapado por el expreso político Armando Valladares sobre gastos dudosos de la ONG que dirige el Dr. Orlando Gutiérrez Boronat, malgastando dinero del grant que recibe, fue la gota que derramó el vaso. En un giro inesperado que ha dejado a muchas organizaciones del exilio cubano en estado de shock, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) se encuentra al borde de su desaparición.

Durante años, un centenar de estas entidades han recibido millones de dólares de esta agencia federal, destinados a promover cambios políticos en Cuba. Sin embargo, los resultados de estas inversiones han sido cuestionables, lo que ha llevado a muchos a preguntarse sobre la efectividad de estos fondos. Desde 1996 hasta 2014, USAID y el Departamento de Estado destinaron aproximadamente $264,3 millones a programas específicos en Cuba, lo que representa un promedio de $14,68 millones por año. A pesar de esta significativa inyección de recursos, los líderes de las organizaciones anticastristas, que se benefician de estos grants, se han mostrado cada vez más culpables por la falta de resultados tangibles en la isla sobre las libertades políticas y contra la represión de su pueblo. Y de la ayuda a presos políticos, ni hablar, con las miserias que les envían a sus familiares.

Para tener una idea, citaremos dos ejemplos recurrentes de beneficiarios. Según la información disponible en la web, la USAID ha beneficiado recurrentemente a varias organizaciones, pero las más significativas son:

– Centro para una Cuba Libre (Center for a Free Cuba), que ha recibido más de $5 millones en años recientes.

– CubaNet, beneficiada con más de $1.3 millones.

Pero no son los únicos, porque en esta fiesta de perchero hay otros grupitos a los que no me canso de señalar.

La reciente decisión del expresidente Donald Trump de cerrar la agencia ha caído como un balde de agua fría en el seno de estas organizaciones. Muchos de sus líderes, que se han enriquecido en medio de la situación, hoy deben estar corriendo por los portales como pollo sin cabeza, gritando. Y de nuestros políticos cubanoamericanos, ni hablar, ya que históricamente han votado en contra de todo aquello que afecte la entrega de grants para mantener a la oposición miamera, gritando sin resultados, pero con mucho billete, sin sudar la camisa o la saya y sin que les apesten las axilas.

La situación se complicó aún más cuando Elon Musk, conocido por sus polémicas declaraciones y su enfoque radical en la revisión del gobierno federal, anunció que había llegado a un acuerdo con Trump para cerrar la USAID. En una serie de comentarios en redes sociales, Musk argumentó que la agencia estaba más allá de la reforma, describiéndola como «una maraña de gusanos» que debía ser eliminada por completo.

Esto puede significar un final abrupto a las operaciones de una entidad que ha sido un pilar en el financiamiento de iniciativas pro-democráticas en Cuba, pero sin ningún resultado. La noticia ha generado una mezcla de temor y desconcierto entre los beneficiarios de los grants, quienes ahora enfrentan un futuro incierto, como ya expliqué.

Esta situación plantea serias preguntas sobre el futuro del activismo cubano en el exilio y la efectividad de las políticas de Estados Unidos hacia Cuba. Con la desaparición de la USAID, o su absorción por el Departamento de Estado que dirige Marco Rubio, según se comenta en los pasillos de Washington, muchos se preguntan: ¿quién asumirá el papel de apoyo a estas organizaciones y cómo se financiarán sus esfuerzos en pro de un cambio en la isla? La respuesta a estas preguntas será crucial en los próximos meses, a medida que se desarrolle esta historia en un contexto ya de por sí volátil.

Si se cierran las puertas de la USAID o al menos se permite ver el dinero gastado y sus resultados, ya para mí es un logro hayan o no leído mi carta. Se ha hecho justicia si realmente Trump desaparece la USAID. Entonces me pregunto: ¿de qué van a vivir estos tipejos del Cambio Fraude?

¿Será que veremos a Rosa María Payá y a Orlando Gutiérrez Boronat trabajando en un McDonald’s de Miami? Ojalá, no va a pasar, pero… Ojalá. Porque vivir del sufrimiento de los cubanos usando dinero público sin ningún resultado es inaceptable a estas alturas del juego. Solo le pediría al gerente que los contrate que solo les dé la posición de limpiar el baño. A ver si aprenden de una vez.

Es hora de despertar y oler el café de la mañana. Nuestras denuncias a estos impostores no son por fama. Es porque ya basta de tomar al pueblo de Cuba para eso, mientras en el Convexo y el Cóncavo hay muchos viviendo la dulce vida.

Como siempre digo: #MuyFuerteTodo.

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